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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
1
Drama Derek (Edward Norton), un joven "skin head" californiano de ideología neonazi, es encarcelado por asesinar a un negro que pretendía robarle su furgoneta. Cuando sale de prisión y regresa a su barrio dispuesto a alejarse del mundo de la violencia, se encuentra con que su hermano pequeño (Edward Furlong), para quien Derek es el modelo a seguir, sigue el mismo camino que a él lo condujo a la cárcel.
24 de marzo de 2011
38 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intenso drama familiar exquisitamente dirigido en el que el autor supera con facilidad las tendencias comerciales más en boga de la época, buscando la sensibilidad de los grandes clásicos.

La película entraña una postura radical expuesta de forma sutil por el protagonista y nos lleva a una serie de delicadas reflexiones que, sin duda, calarán hondo en el pensamiento del espectador.

Las inquietudes del protagonista se desarrollan en unos paisajes bucólicos de gran belleza. El autor utiliza la simbología pero siempre de forma muy precisa, son alusiones imperceptibles para un espectador no versado. En el caso del personaje de Norton se apoya en un minúsculo tatuaje, apenas visible un instante en su poderoso pecho desnudo, para expresar los ideales que completan su personalidad.

Brillantes diálogos que nos recuerdan incesantemente la obra del prodigioso director Eric Rohmer, del que el afamado Tony Kaye se declaró en 1997 ferviente seguidor (después de sufrir un grave accidente automovilístico cruzando el Golden Gate de San Francisco. “¡Amo a Rohmer!” gritaba en brazos de los bomberos en estado de semiinconsciencia. Luego añadió creyendo que expiraba: "¡Y a Visconti!")

Magistral utilización de una violencia contenida, no presente, pero que adivinamos con facilidad. De igual manera, las escenas de sexo nos dejan entrever el delicado gesto de los amantes en los baños, reflejando de forma contundente el enorme dolor que siente en su alma el protagonista, gracias al experto uso de las cámaras y a las sobradas dotes de interpretación de Norton.

El acto físico de su total entrega, forzada, eso sí, por el egoísmo de los amantes, más los tormentosos pensamientos que le invaden en esos momentos, perfectamente expresados, son la causa de su ingreso en los sanatorios y su inesperada conversión.

Extra ordinaria película.
floïd blue
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