Es la primera vez que me pasa. He visto la misma película dos veces en el mismo día. La primera vez me gustó mucho, pero me quedé con ganas de verla otra vez porque necesitaba más dosis de esa peculiar familia y ese segundo visionado fue mejor que el primero. Creo que Boyero también decía que había que verla dos veces. No suelo estar de acuerdo con él, pero en esta ocasión tiene razón.
Estamos ante la consagración de un gran actor: Bruce Dern (incomprensible que no tenga todavía un Óscar) y ante, para mí la revelación de una de las mejores actuaciones de los últimos años, la de June Squibb, de la que siento decir que no la conocía hasta ahora. Está fabulosa. Es natural y muy cómica, pero no cómica en el sentido de hacernos reír a carcajadas, sino de sacarnos una sonrisa e incluso a veces sonrojarnos con sus ocurrencias. En este punto destaco el gran guion, pero de verdad que June Squibb engrandece ese guión, es algo fuera de lo común. Las veces que aparece en pantalla se la come, en general tanto Dern como ella están a años luz de los actores que hacen de sus hijos (Bob Odenkirk aka Saul Goodman está desaprovechado aquí). Los demás personajes son necesarios, aunque creáis que no, aunque no hablen, aunque sean simplones, aunque parezca que están ahí para hacer bulto (tremendas las escenas en la casa de los tíos) ya que con ellos, en ese ambiente natal del protagonista, se entenderá toda la película, la importancia que tiene para él ese premio que le ha tocado.
Calificarla de road movie no sé si sería correcto. Sí que es cierto que es el viaje que hacen padre e hijo en coche de un punto a otro, pero en realidad no pasan grandes cosas en la carretera. Es en su pueblo donde está toda la "chicha".
Lo único que no entiendo es el criterio del director para decidirse a grabarla en blanco y negro. Se me escapa el significado.
Es tan buena que volvería a verla una tercera vez y quizás esta vez le ponga el 10 si encuentro más detalles brillantes que se me hayan escapado.