Una estupenda película bélica del gran Mel Gibson que incide especialmente en el aspecto humano de los soldados y sus familias, sin perjuicio de sus escenas de acción. Creo que es de las mejores a la hora de relatar el sufrimiento y la justificada ansiedad de los familiares de los que van a la guerra. También refleja los valores y temores justificados de los oficiales y soldados, junto con los nuevos métodos de combate que trajo la Guerra del Vietnam. Además resulta muy considerada hacia los norvietnamitas y sus circunstancias, a pesar de ser una película norteamericana.

Si tengo que criticar algo de esta película es el gusto por la sangre y las escenas explícitas de muerte y destrucción tan frecuentes desde hace unos cuantos años en este tipo de cine. No hay ninguna falta de tanta exhibición de sangre por los aires, fuera del afán comercial, ya que la guerra es infinitamente peor que cualquier escena sangrienta, mientras que, en mi modesta opinión, las escenas más conmovedoras de esta película no tienen sangre o alarido alguno, ni hacen ninguna falta para impresionar.

Por supuesto, no es una película para progres, amantes de cine cutre o para aquellos que piensan que los norteamericanos son gente sin escrúpulos. Pero para quien quiera ponerse en la piel de los soldados y sus familiares es una opción excelente.