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Voto de D_Karasu:
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Ciencia ficción. Fantástico
Scott Carey (Grant Williams) navega con su mujer en una lancha motora y, mientras ella va a buscar una cerveza, se ve envuelto en una extraña nube. Unos meses después, empieza a notar extraños cambios en su cuerpo: poco a poco va perdiendo peso y altura hasta hacerse casi invisible. A partir de entonces, su vida será una pesadilla, una lucha constante por la supervivencia, en la que lo cotidiano (un gato, una araña) representa para él ... [+]
4 de julio de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría la década de los 50 y EEUU vivía una revolución industrial, un nuevo tipo de fuente de energía que alcanzaba unos niveles energéticos jamás creados en toda la historia de la Humanidad. Y que a la larga crearía el arma de mayor destrucción sobre la faz de la Tierra, marcando una nueva época: la Era Atómica.
Para la inmensa mayoría del público norteamericano, la energía atómica y uno de sus principales características (la radioactividad) era un elemento totalmente desconocido y exótico, convirtiéndose en la nueva Piedra Filosofal capaz de transmutar la materia a niveles atómicos. El mundo cinematográfico no se quedó indiferente frente a ello y las pantallas de los cines se vieron invadidas por películas de dudosa calidad, en las que gracias a la radiación y a la imprudencia del ser humano en su enésimo intento de jugar a ser dios, se creaban monstruos (hormigas gigantescas en "Them!", desde Japón dinosaurios con mal humor en "Godzilla") o bien superhombres (como ocurriría muy posteriormente en films como "Spider-man" o Hulk). Eran películas que debido a su escaso presupuesto y a su irrisoria trama, dirigidas para un masivo público juvenil, provocaron que la mayoría de estas cintas cayeran en el olvido o en alguna estantería de algún mitómano; muy pocas de ellas se convertirían en pioneras perdurando su espíritu con el paso de los años.
En este caso "El increíble hombre menguante" se encuentra dentro de esta categoría. Nos encontramos a un hombre que debido al contacto con una nube de origen desconocido contempla con estupor cómo su cuerpo va reduciéndose de tamaño con el transcurso de los días y no hay ningún remedio para invertir o parar este proceso. Los efectos más que especiales son "efectos de ingenio", ya que para dar un mayor realismo de cómo el personaje vería "agrandar" su entorno se hace uso de decorados que van agrandando hasta cotas insospechables, unido esto a la utilización de dobles pantallas e inmensas maquetas que consiguen recrear un universo sorprendente.
******* Continua la crítica en el "spolier" por falta de espacio *******
Para la inmensa mayoría del público norteamericano, la energía atómica y uno de sus principales características (la radioactividad) era un elemento totalmente desconocido y exótico, convirtiéndose en la nueva Piedra Filosofal capaz de transmutar la materia a niveles atómicos. El mundo cinematográfico no se quedó indiferente frente a ello y las pantallas de los cines se vieron invadidas por películas de dudosa calidad, en las que gracias a la radiación y a la imprudencia del ser humano en su enésimo intento de jugar a ser dios, se creaban monstruos (hormigas gigantescas en "Them!", desde Japón dinosaurios con mal humor en "Godzilla") o bien superhombres (como ocurriría muy posteriormente en films como "Spider-man" o Hulk). Eran películas que debido a su escaso presupuesto y a su irrisoria trama, dirigidas para un masivo público juvenil, provocaron que la mayoría de estas cintas cayeran en el olvido o en alguna estantería de algún mitómano; muy pocas de ellas se convertirían en pioneras perdurando su espíritu con el paso de los años.
En este caso "El increíble hombre menguante" se encuentra dentro de esta categoría. Nos encontramos a un hombre que debido al contacto con una nube de origen desconocido contempla con estupor cómo su cuerpo va reduciéndose de tamaño con el transcurso de los días y no hay ningún remedio para invertir o parar este proceso. Los efectos más que especiales son "efectos de ingenio", ya que para dar un mayor realismo de cómo el personaje vería "agrandar" su entorno se hace uso de decorados que van agrandando hasta cotas insospechables, unido esto a la utilización de dobles pantallas e inmensas maquetas que consiguen recrear un universo sorprendente.
******* Continua la crítica en el "spolier" por falta de espacio *******
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Scott (Grant Williams), un hombre de clase media con todas sus metas en la vida logradas, deberá enfrentarse a aquello que nunca había necesitado: la supervivencia en su estado más primitivo. El guión nos muestra perfectamente el desmoronamiento de la idílica vida de Scott (su familia, trabajo, amistades), quedando él mismo como único acompañante en un extraño viaje de incierto destino. Aquello que antes le parecía algo trivial (comer, vestirse, comunicarse o desplazarse) se irá convirtiendo en autenticas barreras infranqueables. El protagonista es testigo, con cierto pavor, de cómo su posición en la escala alimentaria va descendiendo a medida que su cuerpo se reduce en tamaño, pasando de la confortable figura de “super-depredador” a pasar a ser una despavorida víctima de cualquier insecto. Sin embargo, hay en él un cambio más profundo que el mero físico, ya que mientras más pequeño se hace su cuerpo… su "yo" va creciendo de forma exponencial. Gracias esto en gran medida a la soledad que le impondrá el no volver a comunicarse con ningún ser vivo... Su toma de conciencia de lo que realmente le sucede, el sentido de su vida, será lo que finalmente le haga abrir las puertas del conocimiento absoluto y en cierta medida dejar de ser un ser humano.
Magnífico desenlace, que sólo refleja el compromiso por parte del director por darle un cariz de dignidad que flota en toda la obra, consiguiendo apartarse del resto de filmes que en aquella época se rodaban sobre una ciencia ficción todavía en pañales.
Cine de culto dentro de la ciencia-ficción: imprescindible.
Magnífico desenlace, que sólo refleja el compromiso por parte del director por darle un cariz de dignidad que flota en toda la obra, consiguiendo apartarse del resto de filmes que en aquella época se rodaban sobre una ciencia ficción todavía en pañales.
Cine de culto dentro de la ciencia-ficción: imprescindible.