... hijos de tus bragas, que ya decía el Maestro Korreas.

Pero las cosas no resultan tan sencillas en esta preciosa película de Kore-eda en la que podremos encontrar emociones sutilmente expresadas por adultos y por niños. Especialmente Keita me ha dejado impresionado: sus ojos y sus manitas, su lucha por ser un triunfador, su abandono vivido en ese silencio tan japonés...

Todo lo demás está también muy bien, incluyendo el fino detalle de Glenn Gould tocando el aria y una variación Goldberg.

Para ser perfecta necesitaría una progresión dramática más equilibrada y menos reiterativa.

En resumen, recomendable para casi todos.