Interesante western del maestro John Ford narrado a base de flashbacks temporales y cuyo núcleo central es un consejo de guerra donde se pretende juzgar un doble asesinato. El principal sospechoso es un sargento negro y todo el pueblo le cree culpable debido a injustificados prejuicios raciales. Un superior y compañero suyo del noveno de caballeria (Jeffrey Hunter) es el único que confía en su inocencia y se encargará de defenderle.
Enseguida el espectador se percatará de que el sargento es inocente mediante la enfática descripción de sus cualidades como soldado, de su valor, fortaleza y compromiso con el ejército. Por lo tanto, el interés de la intriga recae en descubrir quien es el culpable de tan atroces crímenes.
A destacar la magnífica utilización de los exteriores de Monument Valley, la aparición de los apaches que añade emoción y peligro al relato, los pequeños toques de humor fordiano y sobretodo la escena en la que los compañeros del sargento le dedican la canción "Captain Buffalo" para alentarle mientras su heroica figura posa en un hermoso plano donde la luna llena es testigo de su grandeza moral.
Pese a sus alicientes y pese a contener rasgos característicos de su autor, este western es con diferencia el peor de cuantos filmó el veterano maestro en su etapa sonora. Nada reprochable, considerando que muchos de ellos figuran entre lo mejor de la cinematografia universal.