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España España · San Gervasio
Voto de Fendetestas:
6
Comedia Fred y Lawrence son dos simpáticos truhanes que se dedican a conquistar a las mujeres por pura diversión. Son amigos y comparten confidencias, pero llega un momento en que Lawrence empieza a sentirse celoso de los éxitos de Fred. Instalado en la Costa Azul, Fred se hace pasar por miembro de la realeza, pero su amigo está decidido a boicotear sus planes. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2012
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginen. Una película muy divertida, con guión de Shapiro y con Brando y Niven en su salsa, especialmente el último. Además, en la cumbre temporal de la comedia blanca de los últimos cincuenta y primeros sesenta.
Y ahora imaginen. Un remake de esa película, a finales de los ochenta, con un Michael Caine entonces en cierto declive y un Steve Martin que, bueno, no es Marlon Brando.
Seguro que si fuese imaginación, uno diría sin pensarlo que la primera fue un gran éxito y se hizo con un hueco en el corazón cinéfilo, mientras que la segunda fue denostada rápidamente.

Pues no. La diferencia entre "Dos seductores" y "Un par de seductores" (además del final, que no contaré) la marca el director. Ralph Levy, en su medianía y mediocridad es incapaz de sacarle jugo al oro puro que es el guión, y que 25 años después Frank Oz prácticamente no toca en diálogos y situaciones (salvo por la mejora -a mi gusto- del final, reitero), mientras que el propio Oz consigue sacar todo el jugo posible al mismo, gracias a una dirección más frenética, más acertada y sobre todo más cómica.

Aun así, sería injusto tildar "Dos seductores" como mala película. No lo es en absoluto. Si no se conoce su remake, sin duda se calificaría de film elegantemente fallido, como pudo serlo "Página en Blanco", por mencionar un film similarmente coetáneo.
Y si algo hay que reprocharle realmente a "Dos seductores", además de su mediocre dirección, es la esforzada pero inútil interpretación de Brando. El amigo Marlon, habitualmente perfecto, nunca brilló en la comedia. Ni con Chaplin ni con Levy. Y con Levy se deja llevar por una sobreactuación que un cuarto de siglo después copiaría Steve Martin con resultados muy superiores, puesto que aprovechó su ventaja de cómico conocido.

Veanla. Y haganlo en programa doble con el estupendo remake de Oz.
Fendetestas
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