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Voto de Vivoleyendo:
10
Romance. Drama En una localidad rural de Kansas, dos jóvenes que pertenecen a ambientes sociales muy distintos se aman y deciden no separarse jamás; pero la desaprobación de sus familias y ciertos intereses ajenos a sus sentimientos acabarán decidiendo su suerte. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2008
59 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo." (William Wordsworth)
No sé por qué este clásico romántico me ha agitado tanto.
No sé por qué he sentido tantas ganas de llorar casi a cada momento, y eso que no me considero especialmente cursi. Pero sí admito que no tengo reparos en llorar a moco tendido cuando una película consigue que se me salten las lágrimas. Será que soy hipersensible a esas emociones, y que estoy abierta a ellas, y que no hay muchas cosas más reparadoras que vaciarte de lágrimas a solas mientras ves un drama que te vapulea sin piedad y te preguntas si la mayoría no tendremos en el fondo más de masoquistas, de cursis o de sensibleros de lo que nos gusta admitir.
Puede que se deba a que mi empatía con la película ha sido máxima y me imagino en la piel de Deanie y de Bud, siento ese rugido que aporrea las cadenas y libra una batalla perdida contra los muros del anquilosamiento.
Puede que se deba a que conecta demasiado con mis sentimientos más profundos, con esa parte de mí misma que disfrazo y disimulo cuando hay gente delante. A que es como un puñado de sal arrojado sobre esa parte que siempre siento en carne viva, que a veces palpita dolorosamente ante los estímulos que me tocan el alma y que me causa unas irreprimibles ganas de llorar sin que yo entienda bien por qué. Y que después alivia el escozor transformándose en una esencia dulce que calma y tonifica, dejando al final un poso melancólico que nunca acaba de disiparse.
Ni yo misma comprendo bien las razones, pero eso suele suceder cuando algo nos roza una parte fundamental de nosotros mismos. Nos llega tan adentro, que no podemos ver hasta dónde llega. Sólo sentirlo.
Para muchos, éste no será más que un drama romántico en aquella época en la que el agonizante "star system" aún daba sus últimos coletazos, encumbrando hasta extremos inauditos a estrellas que, aún sin estar excepcionalmente dotadas para la interpretación (con algunas excepciones, por supuesto), eran resaltadas por una campaña de publicidad y de márketing y por ciertas cualidades como la belleza física. En unos años en los que el público acudía en masa a ver en la pantalla las proezas de su estrella favorita, encumbrada por los mass media, era muy habitual ver desfilar rostros que brillaban durante une época fugaz para apagarse prematuramente. El ejemplo clarísimo lo tenemos en Marilyn, por supuesto. Pero también Natalie Wood, otra de las bellas malogradas de Hollywood, se labró su hueco en ese tortuoso paseo de la fama que se terminó con su pronta muerte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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