Lo siento, Pablo Kurt, pero en esta ocasión no estoy de acuerdo contigo.
En lo de que es original, psché, ver a gente volando mientras pelea se podría considerar como algo original. Pero, no sé, oye, incluso sabiendo de antemano que es una película de fantasía y que por ello se admite que tiene muchas licencias en cuanto a lo que se podría considerar "realidad", eso de las peleas voladoras me raya más en esta película de lo que me rayaría ver a Bud Spencer haciendo de drag-queen. Quizás se deba a que el pobre argumento (que, por cierto, se olvida con suma facilidad una vez que uno ha visto la peli) queda enmudecido por una sucesión de absurdas escenas sin fin de peleas tras peleas tras peleas tras peleas tras peleas y así seguiría cansinamente hasta el infinito. Que, bien mirado, no me explico el por qué de tanta pelea gratuita y exhibicionista, como no sea que ése sea el único objetivo: mucho espectáculo visual tontorrón sin más miga.
Para recordar el ¿argumento? he tenido que leer la sinopsis antes de escribir esta crítica. Y eso que no hace tanto que vi la película. Eso me da una idea de su poca consistencia y de lo escasamente que me ha tocado alguna fibra sensible, como no sean las del hastío y el aburrimiento supremo.
Según mi parecer, lo que se veía era esto:
-Un tío que, según dice en la sinopsis (que de verdad que ya ni me acordaba), está bastante jodido porque le han birlado una espada mágica que vete tú a saber de dónde salió y para qué coño sirve, aparte de su obvia función de rebanar pescuezos. Este tío se las da de interesante y sabihondo y experto en artes marciales voladoras (joder, y el resto de los mortales somos tan torpes porque no podemos saltar más de cincuenta centímetros en vertical, demasiadas hamburguesas, nos diría el prota). Además, anda atontado por una tía con la que no se decide a lanzarse por algún motivo místico que no alcanzo a recordar.
-Una tía tristona y seria que tampoco recuerdo para qué sale en la peli. Ah, sí, la tipa, a pesar de que ya no es una jovencita, pertenece al club de los chinos voladores (permíteme que copie tu expresión, Amor Perro) y se pasa todo el tiempo entre un mamporro y otro y en plan saltimbanqui, y tampoco se atreve a lanzarse con el prota. Menudo par de sosos.
-Y la chavala histérica y camorrista, que no para de buscar bulla ni de dar por saco buscando las cosquillas al personal, que tampoco sé para qué salía en la peli y que se supone que se convierte en una especie de alumna aventajada del tío prota. Ah, creo que la niñata esa tenía algo que ver con lo de la espada. Zhang Ziyi, hija mía, en otras películas me cautivaste, pero aquí das más dentera que Chuck Norris haciendo de un ranger de Texas.
En suma, SOBREVALORADA. ¿Que renovó el género de las artes marciales? Sí, por lo de los vuelos sin billete de avión. Personalmente, prefiero otras que ciertos críticos tacharían de menos originales, pero que son mucho más entretenidas, como "La casa de las dagas voladoras".