Sus escalofríos daba en su día este thriller sobre la enfermiza obsesión de una chica gris y sombría hacia la mujer con la que empieza a convivir tras responder a un anuncio.
Jason Leigh hace un buen papel, poniéndonos los vellos de punta con esa gradual transformación en la que desea ser como su admirado modelo, la atractiva Fonda, hasta el punto de querer usurparle su identidad y su vida.
En la línea de los psicothrillers sobre mentes patológicas y retorcidas, no está mal. Interesante la evolución de la relación entre las protagonistas, cómo una va asfixiando a la otra mientras ésta se ve atrapada y lucha por su mundo y su supervivencia.