Ufff, definitivamente no puedo con Stephen King, ni sus adaptaciones al cine, salvo alguna rara excepción. He de decir que he vuelto a ver "Carrie" tras la tira de años, porque me he hecho el propósito de tratar de diversificar algo más mis visionados y hacer el esfuerzo de reconciliarme con ciertas películas que no me dan buenas vibraciones (aunque también me pongo a ello porque tengo con alguien el compromiso de ponerme).
Intento verlas con el mayor interés posible, intento decirme que puedo conectar con alguna de ellas. Pero desgraciadamente a veces no lo consigo por más que me lo proponga.
En primer lugar, reconozco que el argumento de "Carrie" tiene algún punto candente, como el de la marginación social de una chica con poderes paranormales que toda su vida ha luchado por ser normal e integrarse, pero cuya desequilibrada madre se lo pone difícil con su grotesco fanatismo religioso y sus delirios acerca del pecado, así como sus crueles compañeros de estudios. La pobre chica sólo recibe burlas y vejaciones, y muy pocas personas se detienen a considerar sus sentimientos y su belleza interior. Ésa es la parte de la historia que me conmueve un poco.
Hasta ahí todo podía haber marchado bien conmigo, pero lamentablemente a la película se le notan los años y la que yo creo que es una mediocre dirección de Brian de Palma. A este director ya le ha pasado lo mismo en otras películas. Me deja a la mitad, no remata bien, o su forma de dirigir no me llena.
En "Carrie" veo fallos, los actores no están en su mejor momento o tienen papeles mal desarrollados (no me creo para nada a la madre pirada, demasiado exagerada, con toda esa parafernalia religiosa de la Inquisición), ese clásico terror setentero está algo oxidado, y buena parte del final de la película me parece precipitado y en algunos momentos hasta ridículo (quitando la célebre escena de la masacre de la fiesta, que es de lo poco que realmente vale algo la pena).
Sissy Spacek está entre los poquitos actores y actrices cuya interpretación se salva de la quema. Hasta Travolta parece puesto de relleno.
El modo en que una muchacha dulce, despreciada y desgraciada, que contiene un poder potencialmente letal, es llevada hasta la máxima humillación de su vida y cómo sus deseos de venganza se materializan, podría haberme impresionado mucho más de lo que lo ha hecho.
A pesar de las carencias, no puedo dejar de reconocer que lo mejor de la película es que ella hace realidad esos impulsos ocultos que todos abrigamos en ciertos momentos, en los que desearíamos que todo ardiera y que unos cuantos se llevaran su merecido. Y cuánta verdad hay en que, cuando estamos completamente cegados por la rabia, no distinguimos entre amigos y enemigos.
El instinto de conservación es muy poderoso... Y toda alma castigada tiene un límite.
Para terminar: la música imitando descaradamente el estilo de "Psicosis" (por no decir que lo copia tal cual) está más vista que los tebeos.