Me parece una película infravalorada, pues no vale decir que es una porquería de cinta porque es una idiotez en su argumento, pues es precisamente lo que pretende ofrecer este producto: una propuesta delirante con humor disparatado donde nos reímos del absurdo.

Así que a mi juicio cumple correctamente con sonsacar algunas carcajadas al espectador, en parte se logra gracias a las desternillantes situaciones que aparecen en el guión y por otro lado también se consigue la efectividad cómica gracias al carisma y al aporte sumamente histriónico del comediante Martin Lawrence.

Tampoco hay que pensar que es una comedia redonda, pero sí es atractiva y sumamente llevadera en su saludable ritmo narrativo, con un guión lo bastante ingenioso como para hacer que el absurdo sea una circunstancia cómica.

También es una película llena de disparatados enredos, donde se utiliza algo de humor verde y muchas situaciones escatológicas y groseras como estrategias para causar gracia.

La cinta de a ratos nos habla (en forma liviana, cómica y disparatada) de la mentira y sus consecuencias, pero obviamente que lo que un espectador busca y espera de un producto de esta índole no son discursos profundos ni nada que se le parezca, sino que uno en teoría debería esperar una oferta que recurra al humor absurdo y grotesco para hacer reír, nada más.

Otro punto a favor es el logrado maquillaje con que nuestro policía encubierto se “convierte” en una abuela obesa. Está sumamente conseguido en la faz estética, lo cual contribuye en mucho a lograr cierta contundencia en el humorismo del filme.

En fin, no sé por qué se critica en forma negativa justo lo que pretende ser esta cinta. Recordemos que esta obra no es cine existencialista ni un drama profundo, es una comedia disparatada. Y si lo que buscamos ver es justamente eso, esta propuesta al menos no defrauda.