Una película floja en muchos sentidos:
1. Desde la historia no convence, el “don” que posee el personaje de Nicolas Cage de anticiparse al futuro no está fundamentado y la amenaza terrorista no tiene el suficiente desarrollo como para ser el conflicto del filme. Por ende, la narración es muy desprolija, sin variantes elaboradas y se explaya más en situaciones donde el vértigo y la más absurda fanfarronada intentan disimular las falencias del argumento.
2. Hay un claro contraste en los personajes, mientras todo lo que pase por el estrambótico papel de Nicolas Cage mueve a risa de absurdo que resulta, Julianne Moore intenta en todo momento sostener la sobriedad del filme. Claro que no alcanza, más aún si lo Jessica Biel se limita sólo a mostrarse como mujer fatale.
3. Desde el apartado técnico, el filme resulta apenas correcto. Bonita fotografía y atractiva desde lo visual gracias a la utilización de efectos especiales. Una pena que no estén en función de un argumento sostenible y sirvan sólo como solace estético.
4. La partitura es absolutamente convencional, con un claro contraste donde aparecen melodías oscuras para presentar la intimidación terrorista y por el otro, un corte intimista para la relación amorosa de los protagonistas.