No me quedan dudas que la película falla fundamentalmente por su argumento, pero también queda el atenuante de que al ser una adaptación de un video-juego tampoco se le puede exigir demasiado desde ese aspecto.
“Mortal Kombat” gustará a aquellos apasionados por el juego en que se basa, máxime si Paul Anderson apuesta todo a la parte estética y al dinámico ritmo narrativo. Ahora bien, a quienes esperen ver una aventura de fantasía con un guión competente, con grandes desarrollos de personajes y actuaciones convincentes no me queda la menor duda que ésta no es su película.
Quien no conozca nada del video-juego le parecerá un bodrio, y a quienes estamos empapados en el tema sentiremos al menos algún sentimiento de agrado al ver a nuestros personajes emblemáticos en la pantalla grande. Aunque hay que reconocer que se merecían un producto mucho mejor armado desde la historia y desde los diálogos. Ni que hablar que las actuaciones están llenas de defectos, pero como fanático uno puede hacerle la vista gorda y tolerarlas.
No puedo dejar de reconocer que desde la ambientación y desde el diseño visual de cada personaje hay un interesante trabajo de adaptación. Los efectos especiales se polarizan en algunos extremadamente logrados y otros demasiados cutres.
En fin, un producto embarullado desde el guión, pero con un considerable trabajo desde las atmósferas, los escenarios y algunas coreografías de combates que al menos disimulan tantas falencias e improvisaciones narrativas y brindan una alternativa apta para pasar un rato divertido directamente sin necesidad de pensar.