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Voto de Pasatiempos Digitales:
6,466
Comedia. Acción
Malcolm Turner, el agente del FBI que maestro en el arte del disfraz, vuelve a tener que transformarse en una señora mayor, amiga de pasarlo bien, conocida como la Gran Abuela. Pero ahora será aún más atrevida, más oronda y estupenda si cabe, para evitar un gran desastre para la seguridad nacional. Aunque salvar a su país va a ser ahora el menor de sus problemas, pues ha de aceptar un último desafío: ser la niñera y ama de llaves de la ... [+]
3 de marzo de 2011
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dinámica y muy entretenida comedia disparatada con temática policial, la cual sigue en la misma línea delirante y llena de enredos como la primera parte.
Nuevamente el absurdo y los embrollos están a la orden del día en esta divertida y aceptable secuela, la cual vuelve a gozar del carisma y la chispa histriónica de un inspirado Martin Lawrence en el papel de agente del FBI encubierto bajo la apariencia de niñera obesa, quien se auto-asigna otra peligrosa misión para desenmascarar a solapados facinerosos.
Quizás ya no sea tan novedoso el ver a Lawrence disfrazado de mujer como sí resultó en la primera entrega, pero esta continuación es igual de animosa y vertiginosa que la anterior. Es más, hasta me parece que es más dinámica aún, pues el argumento se va desarrollando en distintos escenarios, con los personajes yendo de aquí para allá.
El humor verde es el predominante, pero aún así es una buena oferta para toda la familia si se quiere ver un producto que basa su estrategia en el generar humor a partir del ridículo y de los líos.
Eso sí, para quienes pretendan humor refinado e intelectual deberán abstenerse, porque esta oferta es lisa y llanamente una comedia gamberra que sólo persigue la risa del espectador con un humor liviano y estúpido (en el buen sentido de la palabra).
En fin, quienes no son tan exigentes con la comedia disparatada la pasarán bien entretenidos con esta secuela que mantiene el nivel de la primera parte, tanto en la “calidad” de los gags como en la desopilante interpretación de Martin Lawrence, quien es indudablemente el alma de la película.
Brinda lo que pretende dar: un rato ameno con risas espontaneas gracias a Martin Lawrence y a las absurdas ocurrencias que irradian los enredos de la trama.
También hay algo de moralejas a favor del concepto de familia, claro que todo desplegado de manera light y grosera.
Se gana el aprobado, no puedo negar que me entretuvo y que reí en muchas ocasiones. Es más, fue más de lo que esperaba de acuerdo a las injustas críticas negativas que tuvo en su momento.
Nuevamente el absurdo y los embrollos están a la orden del día en esta divertida y aceptable secuela, la cual vuelve a gozar del carisma y la chispa histriónica de un inspirado Martin Lawrence en el papel de agente del FBI encubierto bajo la apariencia de niñera obesa, quien se auto-asigna otra peligrosa misión para desenmascarar a solapados facinerosos.
Quizás ya no sea tan novedoso el ver a Lawrence disfrazado de mujer como sí resultó en la primera entrega, pero esta continuación es igual de animosa y vertiginosa que la anterior. Es más, hasta me parece que es más dinámica aún, pues el argumento se va desarrollando en distintos escenarios, con los personajes yendo de aquí para allá.
El humor verde es el predominante, pero aún así es una buena oferta para toda la familia si se quiere ver un producto que basa su estrategia en el generar humor a partir del ridículo y de los líos.
Eso sí, para quienes pretendan humor refinado e intelectual deberán abstenerse, porque esta oferta es lisa y llanamente una comedia gamberra que sólo persigue la risa del espectador con un humor liviano y estúpido (en el buen sentido de la palabra).
En fin, quienes no son tan exigentes con la comedia disparatada la pasarán bien entretenidos con esta secuela que mantiene el nivel de la primera parte, tanto en la “calidad” de los gags como en la desopilante interpretación de Martin Lawrence, quien es indudablemente el alma de la película.
Brinda lo que pretende dar: un rato ameno con risas espontaneas gracias a Martin Lawrence y a las absurdas ocurrencias que irradian los enredos de la trama.
También hay algo de moralejas a favor del concepto de familia, claro que todo desplegado de manera light y grosera.
Se gana el aprobado, no puedo negar que me entretuvo y que reí en muchas ocasiones. Es más, fue más de lo que esperaba de acuerdo a las injustas críticas negativas que tuvo en su momento.
