El tema «vivir o morir», ser eternos, ser jóvenes, ser más perfectos, más guapos, más listos, y sobre todo, sentir menos. Esto es básicamente lo que saco de esta película. Al final es un tema egoísta. Él está enfermo, ella no. Ninguno ha estado en sincronía durante 30 años y de repente, cuando sí lo están, él enferma y decide congelarse para que lo resuciten en un futuro. Es completamente surrealista. Si despertases en el pasado lo entendería mejor. Al final vas a saber cómo sobrevivir y más o menos lo que puedes esperar. Pero ¿en un futuro?, hay que ser tonto, o demasiado curioso, o muy egoísta y narcisista, sobre todo porque tienes que pensar que todos tus seres queridos, a las personas que conoces, a las que amas, seguramente estén ya muertas, o al borde de la muerte. Que vas a un futuro desconocido, donde tú no vas a entender nada. Se sorprende al despertar y ver y descubrir un mundo extraño, en el que hay grupos para el sexo y toman pastillas para excitarse. Un lugar en el que las relaciones son frías.
Te hace pensar en si merece la pena haber perdido ese tiempo con la persona amada, cuando por fin os entendíais, para volver a la vida en un mundo donde ya no eres el guapo, ya nadie te quiere y a nadie le importas. Darte cuenta de que tus amigos tenían razón y has resultado ser un conejillo de Indias. Tener que volver a tomar la decisión de morir, ya sin segundas partes y encima matar a tu amada, porque estaba tan enamorada de ti, y te echaba tanto de menos que hizo lo mismo que tú, pero con menos opciones. Darte cuenta de que todo ha sido una pérdida de tiempo y que la otra persona ha estado sufriendo tu perdida egoísta. Es una visión dura de todo el Proyecto Lázaro.
Ni que decir de lo imposible e inviable del tema. Y no porque no crea que en un futuro se podrá resucitar a las personas, sino porque ya somos demasiados y tenemos pocos recursos. Sería una completa estupidez hacerlo.
Una historia, que como veréis, os planteará muchas preguntas.