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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
9
Drama América, años 40. Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: Connie (Talia Shire), el impulsivo Sonny (James Caan), el pusilánime Fredo (John Cazale) y Michael (Al Pacino), que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, en contra de los consejos de 'Il consigliere' Tom Hagen (Robert Duvall), se niega a participar en ... [+]
17 de junio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo cierto es que no estaría de moda criticar a "El Padrino". Tótem incuestionable de cuantas votaciones se hacen sobre las mejores películas de todos los tiempos y estandarte estrella del género de cine negro, que tantas alegrías ha dado al séptimo arte. Con todo, les afirmo solemnemente que es una cinta que me encanta, de verdad, sin ornamentos.

No obstante, comprendo que haya gente que incluso le tenga una injustificada tirria por la carga del qué dirán que lleva impuesto. Igual que sucede con "Ciudadano Kane" o "Casablanca", el origen de la saga de Coppola (que por otra parte fue un simple encargo de adaptación en sus inicios) es una buenísima obra que ha crecido hasta ser endiosada, pero, si bien desde luego no es peor que ninguna obra maestra que se nos pudiera ocurrir, tampoco espere el neófito que acuda a verla sin el velo de la crítica una superioridad aplastante (siempre partiendo de que hablamos de la Liga de las mejores de todos los tiempos).

De hecho, casi es un flaco favor alabarla tanto ya que en sí, "El Padrino" es una agudísima demostración de que a veces la improvisación sale mejor que las pretensiones. La apuesta por resucitar para la cartelera a Marlon Brando, que tanto quebraderos de cabeza dio al director con la productora, ha sido uno de los negocios del siglo, gracias a algunos momentos soberbios de un Brando histriónico pero que si no hubiera estado, "El Padrino" no tendría la inmortalidad que hoy atesora. Eso, y uno de los mejores opening de la historia.

Si don Vito Corleone es el César de un clan criminal de asombrosa cotidianeidad en sus dramas humanas y con una saga de proporciones shakespirianas, Marco Antonio sería el rol ejercido por James Caan, encarnanado al dinosíaco Sony, mientras que Robert Duvall encarna a un Lépido, inteligente pero alejado del poder, Tom Hagen. El rol de Octavio es indudablemente destinado a un joven aparentemente inexpresivo llamado Michael Corleone y que Al Pacino usó de forma maquiavélica para alcanzar laureles eternos como actor.

Mención aparte, de aquella generación privilegiada de los 70, para el malogrado John Cazale, como Fredo, el hijo indefinido ante el negocio familiar, un José Bonaparte rodeado por muchos Napoleones para poder ser sensible y timorato.

Estamos ante una de las apuestas más afortunadas en la historia de Hollywood. Se queda fuera del casting Robert de Niro y guardan sus datos para la segunda entrega, mientras que una heterodoxa muchacha llamada Diane Keaton surge de la nada para empezar a ser un nombre a recordar.

La extraña alquimia se ha cumplido en esta verdadera joya..
El Libanés
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