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Voto de Francisco Javier:
7
Fantástico. Drama. Romance Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Tim Burton pensó en hacer Edward Scissorhands supongo que no pensó en la recepción positiva tan enorme que acogió gracias a la simpleza de su personaje y al trasfondo tan complejo que esconde su trama. Es decir, la película (que, a priori, puede parecer un simple cuento fantástico con el que entretenerse) va desarrollándose en un ambiente más parecido a una crítica social que a un simple entramado de edificios y calles y consigue, al final, encandilar al espectador.

Dos cosas me llamaron la atención de la película (a mí y, supongo, a la mayor parte de la gente):

Por un lado, el contraste entre el mundo de Edward y el pueblo tan encantador que hay justo debajo de él (que también vaya sitio para hacer un pueblo de tal calibre). La vida de Edward, menospreciada, olvidada, solitaria, triste y apagada frente a la vida de los habitantes del pueblo, que es alegre, libre de preocupaciones, llena de cotilleos, con colores vivos y un ambiente de aparente paz. Resulta increíble cómo Edward, con su sola presencia en el pueblo, lo convierte en un escenario más de su mundo (aunque no lo haga a propósito) y traslada su visión pesimista del mundo a la población, que pronto lo rechaza. Por tanto, para mí lo más llamativo (y lo más elogiable) de la película es su dirección de fotografía, que se sirve de una paleta de colores muy diferenciada en cada escena del castillo de Edward y cada escena de las casas del pueblo para que el espectador sepa, por medio de tan solo eso, colores, cómo es la personalidad de una y otra clase social. Realmente impresionante.

Por otro lado, la personalidad del protagonista, que pronto encierra en nuestro corazón un sentimiento de cariño y aprecio hacia él. Y es aquí donde viene la parte más jugosa de la película. ¿Los espectadores (al igual que el pueblo) le coge cariño por ser un bicho raro, por ser un inadaptado? En caso de que la respuesta sea que sí, Tim Burton ha acertado con el planteamiento de la película. Somos unos hipócritas, pues Edward solo quiere insertarse en la sociedad y vivir como alguien normal, no como alguien con discapacidades elogiables por el resto de la sociedad, que le hacen convertirse en el foco de los comentarios y los gestos de cariño por lo desconocido y raro que resulta al resto de la gente.

La historia es buena, en la línea de Burton. Emociona al final y no aburre en el medio. El comienzo es una pequeña joya de toda su filmografía, al igual que la presentación que le hace al espectador por primera vez de su maniquí más preciado, Edward. Por todo esto y por el cariño que la gente le suele coger (a veces debo decir que exagerado) a la película, es de visualización obligada. Luego de verla, cada uno sacará sus propias conclusiones, pero algo está claro: la película encuentra sentimientos dentro de uno como pocas lo hacen, y quizá eso es lo que más la destaca por encima del resto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Francisco Javier
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