Haz click aquí para copiar la URL
España España · teruel
Voto de simón:
2
Drama Un grupo de chicos se prepara para lo que va a ser el verano de su vida, entre secretos, mentiras, ligues, sexo, confusión y juergas. La mayoría no son conscientes de que, una vez emprendido ese viaje iniciático, no hay marcha atrás y de que las mentiras, al crecer, pueden tener consecuencias nefastas.. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La publicidad se ha convertido en el instrumento principal, en la certera punta de lanza de esta sociedad de consumo desaforado, en lo que lo efímero y fugaz se premia ante actitudes más sosegadas, pausadas y mesuradas, y en la que pocos se detienen en degustar con la calma necesaria todo lo que realmente tiene de bello nuestra vida.
La publicidad nos propone un mundo ideal pero artificioso, una hermosa fachada que cubre los escombros de su interior, un barroco decorado que esconde las ruinas de unos sótanos derrumbados; manipulando una realidad que ha terminado por convertirla en un modelo a imitar por todo aquel que no quiera transformarse en un auténtico paria de la postmodernidad.
En una sociedad que a través de su potente mercadotecnia ha entronizado la cultura denominada “Light”, raramente se analiza con la profundidad necesaria los aspectos más importantes de nuestra vida, y que precisamente son aquellos que podrían acercarnos a la tan nombrada, pero pocas veces alcanzada felicidad.
En la sociedad de lo efímero, lo que ayer era considerado como un objeto imprescindible para la satifacción de unos desordenados deseos, hoy ya se considera un elemento obsoleto, fácilmente sustituible por algo nuevo y más impactante, por otro producto que logre calmar la necesidad de poseer algo que nos proporcione un mínimo de dudosa dicha. "Vive de prisa", "Vive el momento", se dice; de esta forma no es difícil caer en el consumo de drogas.
Así, de esta forma, nos imponen un modelo de vida, un modelo de cuerpo, un modelo de comportamiento, y, sobre todo un nuevo modelo moral y ético, en la nos obligan a comprar lo que no tenemos, consumir lo que no necesitamos y disfrutar con lo que no nos hace felices, coaccionándonos de esa forma para que compartamos sus banales ideales.
Y si de esos polvos vienen estos lodos, las relaciones entre los seres humanos se han convertido exactamente en lo mismo, en una sucesión de relaciones instantáneas y fácilmente sustituibles, relaciones fugaces y frugales, presididas por un desmedido egoísmo mutuo en la que la satisfacción propia se ha convertido en el único objetivo, y en la que la otra persona se considera un simple objeto por el cual conseguir un objetivo, o en el peor de los casos, en la que se considera la persona un simple juguete sexual con el calmar nuestras desaforadas pasiones primarias,
Y en esta loca y desenfrenada carrera nos olvidamos lo más importante: que lo que de verdad llena no se encuentra en ese falso mundo de apariencias simuladas que entre todos hemos construido y que entre todos, por fin, hemos destruido.
Por cierto, esta película no puede considerarse un retrato de una época o de una generación, ni tan siquiera puede verse como una crítica a la misma, simplemente es un producto más de todo lo que arriba aparece.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow