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Voto de simón:
4,396
Drama. Comedia. Fantástico
Una muñeca hinchable de tamaño natural vive en un modesto piso de Tokio. Es la única compañía de su solitario amo, un hombre de mediana edad. Él le habla, la baña y le hace el amor cada día cuando vuelve del trabajo. Sin embargo, esta rutina se rompe cuando, de repente, la Muñeca Hinchable cobra vida y con ella un alma. Acaba de nacer y no entiende lo que ocurre a su alrededor, aunque se da cuenta de que existe otro mundo más allá de ... [+]
9 de septiembre de 2011
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tu corazón hace tiempo que dejó de latir, ¿para qué seguir viviendo?
Si tu alma está vacía de sentimientos, ¿para qué seguir viviendo?
Si tu ilusión hace tiempo que se ha agotado, ¿para qué seguir viviendo?
Si te niegas la opción de vivir un amor apasionado, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has arriesgado a una sola carta toda tu existencia, ¿para qué seguir viviendo?
Si crees que lo mejor de la vida ya te ha sucedido, ¿para qué seguir viviendo?
Si el riesgo te paraliza, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has intentado sobrepasar tus propios límites, ¿para que seguir viviendo?
Si hace tiempo que dejaste de creer en la magia, ¿para qué seguir viviendo?
Si no confías en las infinitas posibilidades del ser humano, ¿para que seguir viviendo?
Si consumas tu existencia creyendo en la intrascendencia de la vida, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca nadie te ha insuflado vida con su propio aliento, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has sentido en tu propia piel el calor del ser humano, ¿para qué seguir viviendo?
Si el miedo al abandono cercena la posibilidad de enamorarte, ¿para qué seguir viviendo?
Si la rutina es tu más fiel amigo, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has sentido que brisa henchía de aire tus pulmones, ¿para qué seguir viviendo?
Si has dejado de vivir, ¿para qué ver “Air Dolls”?
Si tu alma está vacía de sentimientos, ¿para qué seguir viviendo?
Si tu ilusión hace tiempo que se ha agotado, ¿para qué seguir viviendo?
Si te niegas la opción de vivir un amor apasionado, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has arriesgado a una sola carta toda tu existencia, ¿para qué seguir viviendo?
Si crees que lo mejor de la vida ya te ha sucedido, ¿para qué seguir viviendo?
Si el riesgo te paraliza, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has intentado sobrepasar tus propios límites, ¿para que seguir viviendo?
Si hace tiempo que dejaste de creer en la magia, ¿para qué seguir viviendo?
Si no confías en las infinitas posibilidades del ser humano, ¿para que seguir viviendo?
Si consumas tu existencia creyendo en la intrascendencia de la vida, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca nadie te ha insuflado vida con su propio aliento, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has sentido en tu propia piel el calor del ser humano, ¿para qué seguir viviendo?
Si el miedo al abandono cercena la posibilidad de enamorarte, ¿para qué seguir viviendo?
Si la rutina es tu más fiel amigo, ¿para qué seguir viviendo?
Si nunca has sentido que brisa henchía de aire tus pulmones, ¿para qué seguir viviendo?
Si has dejado de vivir, ¿para qué ver “Air Dolls”?
