Un colosal espectáculo en la época de los romanos dirigido eficazmente por Stanley Kubrick y repleto de estrellas internacionales, en el cual Kirk Douglas, en la que es sin lugar a dudas la mejor interpretación de su carrera, lidera a un grupo de esclavos durante su rebelión contra el opresor, interpretado a las mil maravillas por Laurence Olivier.

Eso sí, Tony Curtis está más sosín que de costumbre, al igual que Jean Simmons.

Excelente acompañamiento musical de Alex North y soberbia fotografía de Russell Metty, quien recibió el Oscar justificadamente.

Sin duda la mejor película de romanos hasta la fecha. Las 3 horas de duración del filme están muy justificadas, desde luego.

Todo buen cinéfilo debe haberla visto.

UN CLÁSICO.