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Voto de nirvanaCulture:
9
Drama Christiane F. es una muchacha de 14 años que vive con su madre en un típico piso colmena en Berlín a mediados de los años 70. Su mayor deseo es escapar de esa realidad e ir al Sound, la discoteca más moderna de Berlín. Un día su amiga Kessi se cuela dentro con ella. En el Sound conoce a Detlev, de quien se enamora, y su grupo de amigos, que se dedican a trapichear con drogas. Para sentirse a la misma altura de Detlev y no quedarse ... [+]
4 de diciembre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien está interesado en ver una película que le regale escenas inolvidables, que le volverán a la memoria en los momentos menos esperados, está ante la mejor opción. “Yo, Cristina F.” es una de esas películas que consigue hacer sentir a uno que va avanzando de manera inevitable hacia el desastre, con la posibilidad de contemplar el mundo a través de quienes en cierto modo, se sienten desesperanzados y sin ilusión en la vida. La decisión de contemplar escenas tan trágicas como las que se muestran en este filme basado en hechos reales derivó de una de mis múltiples conversaciones con personas que como a mí, les aterroriza y les conmueve la facilidad con la que una persona, en tiempos convulsos, puede abandonarse a cualquier método de evasión, ignorando concienzudamente las devastadoras consecuencias de sus equivocadas decisiones. Antes de ver esta película, estaba convencidísima que ninguna otra película, aparte de “Diario de un rebelde”, en la que un joven DiCaprio demostraba sus indudables capacidades de interpretación, conseguiría hacerme ver la oscuridad que se vislumbra en el fondo pozo de la drogadicción. Después de “Yo, Cristina F.” me he percatado de que no podía estar más equivocada.

Ambientado en un Berlín lúgubre, abandonado a la decadencia de tiempos cambiantes, acelerados, nuestra retina presencia cómo la aparición extendida de la heroína hizo estragos en la vida de un elevado número de personas. Pero sobretodo, una cinta así hace que uno sienta pavor ante la desgracia que conlleva jugar a ser mayor, contando con tan sólo 14 años, con una jeringuilla en el brazo. Especial impacto tiene en la mente del espectador las escenas en las que el novio chapero de la chica ha de hacer sus trabajos para costearse el vicio. Y cuan desgarrador resulta saber que hay tíos dispuestos a dejarse tocar por alguien tan joven como Cristina. Y peor aún, consentir que asesine su inocencia y su dignidad para meterse veneno en las venas. La guinda del pastel la pone el saber que todo lo que cuenta la película es, ni más ni menos que el reflejo de situaciones que se repiten día a día, en todas las partes del mundo, en personas cada vez más jóvenes.

En fin, este filme es un claro ejemplo didáctico que debería difundirse sobre todo en los colectivos más vulnerables a dejarse arrastrar por el torbellino de las drogas, sean estas cuales sean, pero más aún si de la droga que estamos hablando es una droga tan dura como es la heroína. Y aquí me reafirmo en la opinión que tengo de los que trafican, que tienen la conciencia tan sucia como los baños a los que los heroinómanos van a ir a desechar sus vidas carentes de todo propósito que no sea poder seguir metiéndose mierda en el cuerpo.

Como punto final, destacaría unas interpretaciones fuera de serie, ensalzadas por un magnífico trabajo de maquillaje y vestuario. Mi nota es deducible, un 10.
nirvanaCulture
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