En un film claramente político como la guerra de Charlie Wilson se le pueden sacar varios puntos negros, pero en conjunto resulta ser un film más que notable. Para empezar el elenco de interpretes de gran nivel que lo componen, con un soberbio Hanks, haciendo un personaje heroico, pero a la misma vez humano y debil en muchos sentidos. America como salvadora del mundo queda en el plano que le corresponde, correcta, pero a la hora de arreglar conflictos no llega a solucionar nada. Con estas claves, Nichols nos ofrece otra deliciosa película cargada de buenos sentimientos, en la que lo único que se le puede encarar es lo absurdo del papel de Roberts, un papel muy inferior para una estrella tan rutilante. Lo demás es una película muy recomendable, que hara disfrutar a cualquier fan de Hanks, todo un regalo interpretativo.