Haz click aquí para copiar la URL
España España · . ¯\_(ツ)_/¯ .
Voto de Jose_Lopez_5:
3
Drama. Acción. Ciencia ficción En plena Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética deben olvidar sus diferencias y colaborar en la prevención de una inminente catástrofe planetaria: la caída de un enorme meteorito sobre la Tierra. Mientras intentan encontrar una solución, un científico norteamericano (Connery) y una traductora soviética (Natalie Wood) vivirán un apasionado romance. (FILMAFFINITY)
2 de noviembre de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los setenta fueron la década por excelencia del cine de catástrofes. Bueno, lo fue hasta que llegó Roland Emmerich en los noventa y la lio parda a su manera.

Tanto fue así que, veinte años antes de que Bruce Willis y sus amigotes se dedicasen a desviar asteroides en "Armageddon" (1998), y de que Morgan Freeman comandase a los EE.UU. para hacer frente a otra china espacial en "Deep Impact" (1998), la humanidad ya se las tuvo que ver con otro pedrusco con muy mala hostia. No obstante, por entonces la tarea recayó en un ex James Bond.

Con un presupuesto de $16 millones, "Meteoro" intentó convencer a los espectadores de la época de que un asteroide amenazaba a la Tierra, por lo que soviéticos y estadounidenses debían enterrar sus hachas de guerra para hacer uso de sus armas nucleares para salvar el planeta. Un argumento oportunista, que mezclaba la preocupación por el poder atómico (véase spoiler 1), el programa Ícaro del Instituto Tecnológico de Massachusetts (véase spoiler 2) y, por supuesto, la reciente moda de la ciencia ficción espacial recuperada por George Lucas.

La película contó con un Sean Connery y una Natalie Wood que ya habían conocido tiempos mejores, pues al primero ya no le llovían las ofertas como en el pasado. Junto a ellos, rostros bien conocidos por el público estadounidense, caso de Martin Landau o Henry Fonda.

La historia es un desbarre en donde quedó claro que los guionistas sabían poco de asteroides y aún menos de aritmética o física. En consecuencia, las barbaridades científicas en las que se incurren son notables, algunas descubribles con una simple división (véase spoiler 3). Por supuesto que nadie espere tampoco ningún giro interesante ni diálogos de calidad, pues estos son burdos y superficiales hasta la extenuación. Los personajes, por su parte, son otro truño, adoleciendo de la profundidad de un charco, cuando no rayando en el ridículo (véase spoiler 4).

Aparte de esto, la cinta no escatima en situaciones que son puro cachondeo, caso de las fanfarrias insufribles, la afición del director por regodearse en algunas escenas (véase spoiler 5), el infantilismo de algunos momentos (véase spoiler 6), la reutilización de metraje (véase spoiler 7) o ese Connery que, estando al borde de la extinción humana, no piensa más que en bajarle las bragas a Natalie Wood (véase spoiler 8).

La película, en general, parece concebida para un espectador mayormente iletrado que se traga lo que le pongan en el plato, y cuyas emociones hay que conducir a golpe de fanfarrias cargantes y épica de cartón piedra.

A modo de anécdota, durante su rodaje despidieron a varios miembros del equipo de efectos especiales, ya que los resultados dejaban mucho que desear. Con el dinero sobrante tuvieron que rodar los efectismos que acabaron usándose, lo que contribuiría a explicar por qué son tan cutres incluso para su época.

En resumen, un Connery y una Wood apuntándose al cine de catástrofes sazonado con aires georgeluquianos. Sus $8 millones de recaudación mundial la hundieron en el fango. Se puede ver si se tiene claro a lo que se va, pero esto no vale un pimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jose_Lopez_5
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow