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España España · . ¯\_(ツ)_/¯ .
Voto de Jose_Lopez_5:
3
Western. Ciencia ficción. Comedia Jim West es un viejo héroe de la guerra de Secesión (1861-1865). Artemus Gordon es un imaginativo sheriff que lo supera en el arte del disfraz. Cuando los Estados Unidos se ven amenazados por Arliss Loveless, un lunático confederado, el presidente Ulysses Grant encarga a esta excéntrica pareja que se ocupe de él. En un movido viaje desde Washington a Utah, nuestros héroes deberán enfrentarse a los diabólicos artilugios de Loveless. (FILMAFFINITY) [+]
20 de abril de 2020
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En 1999, Will Smith estaba a punto de reventar de tanta fama. Así, en los últimos cuatro años había pasado de ser una estrella televisiva a saltar a la gran pantalla mientras llenaba sus cuentas bancarias (véase spoiler 1). Primero fue "Dos policías rebeldes" (1995), luego "Independence day" (1996), al año siguiente "Men in black" con Barry Sonnenfeld, y en 1998 "Enemigo público". El negro favorito de América ascendía como un cohete, y la ciencia ficción y la acción parecían dárseles de putísima madre.

Por ello, en el 99 volvió a unirse a Sonnenfeld para petarlo de nuevo en la taquilla con otra historia de tintes análogos a los ya vistos, aunque ahora con inspiración "steampunk". Nació así esta plasta. Porque "Wild Wild West", a pesar de ser un derroche de dinero, infografía y nombres relevantes, apestaba.

Combinando figuras respetadas como Kevin Kline y Kenneth Branagh, el gancho de Smith, una cara bonita en ciernes como la de Salma Hayek, y un pastizal de presupuesto que ascendió a los $170 millones, la película pretendía ser un extraño desbarre en donde mezclaron el género del Oeste con la ambientación "steampunk", la historia alternativa y dosis masivas de verborrea humorística. Su origen, además, se remontaba a una serie de TV homónina que, al parecer, es todo un referente en la cultura popular estadounidense (véase spoiler 2).

Lo que consiguieron fue más o menos lo mismo que en la pequeña pantalla: una especie de ensalada en donde se mezclaron sabores sin pies ni cabeza, conformando un mejunje chorreante en donde los sabores se pisaban unos a otros, saturaban las papilas gustativas y daban pie a texturas incómodas. La clase de receta que te llevas a la boca con el gesto torcido mientras le ruegas a su creador que, por favor, no vuelva a hacer esas marranadas en la cocina (véase spoiler 3).

La película, ciertamente, adolecía de unos diálogos pesadísimos, largos, petulantes, en donde el chascarrillo tardaba horrores en hacer acto de presencia (véase spoiler 4). Kline y Branagh dieron lo peor de sí mismos, mientras Will Smith se dedicó a hacer de Will Smith, pues su personaje no pasaba de un clon de los ya vistos en sus largometrajes de éxito anteriores. No extraña que, al año siguiente, intentase darle un giro a su carrera con "La leyenda de Bagger Vance".

En realidad fallaba casi todo, porque el metraje era una sucesión de barrabasadas y sinsentidos continuos, en donde realidad y ficción se mezclaban en una especie de historia alternativa en donde nada ni nadie se tomaba en serio. Quizás lo único salvable terminase siendo la pegadiza canción promocional de su banda sonora, de la que Smith volvió a hacerse responsable como ya ocurrió en "Men in black". Cosas del marketing y de la filosofía del tío Palomo.

En resumen, la primera cura de humildad de Will Smith (véase spoiler 5), quien descubrió que no era ningún rey Midas. Falta le venía haciendo. Sus $222 millones de taquilla se quedaron lejísimos de los más de $400 millones que necesitaba para no fracasar (véase spoiler 6). A día de hoy ha quedado reducida a un esperpento infumable y una oda a la imbecilidad de los productores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jose_Lopez_5
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