Se dice que las mejores historias son aquellas que surgen de una vivencia propia, lo cierto es que no le falta lógica a tal afirmación. Smith recreó un amor imposible en Persiguiendo a Amy (Chasing Amy), realizando así su mejor película (en mi humilde opinión), mientras que se sirvió de su reciente paternidad para dar cuerpo a Una chica de Jersey, un melodrama romántico que gira en torno a dicho tema. Lamentablemente los resultados no fueron tan notables en esta ocasión. La película está protagonizada por Ben Affleck, quien interpreta a Ollie, un hombre que se tiene que hacer cargo de su hija (Raquel Castro) tras el fallecimiento de su esposa (Jennifer Lopez). Eso sí, para cuidar de la pequeña cuenta con la inestimable ayuda de su padre (George Carlin), quien pone el contrapunto cómico. Por otra parte tenemos a Liv Tyler, actriz que se encarga de dar vida al interés amoroso del protagonista.

Con Una chica de Jersey Smith perdió ese toque disparatado y soez que tan buenos resultado le había dado en sus trabajos anteriores, acercándose peligrosamente al cine familiar más ñoño, algo que no llega a suceder gracias a personajes como el de Carlin, sin embargo, no parece suficiente. ¿Acaso la paternidad ha dulcificado el carácter trasgresor de Smith? Pues la verdad es que parece que un poco, a pesar de que sus trabajos posteriores parezcan demostrar lo contrario. Desde luego esta no es la película adecuada para aquel que quiera iniciarse en el peculiar universo del director, pero, aunque parezca un paso atrás en su carrera no deja de ser una inofensiva y agradable comedia. Además, Liv Tyler está encantadora.