Había oído críticas muy positivas sobre esta película. Eso, unido al hecho de que se trataba de una comedia negra (subgénero por el que siento especial devoción), hizo que mi interés por la misma aumentara considerablemente. Aun así, lo cierto es que, inexplicablemente, he tardado bastante en verla…
La trama gira alrededor de un grupo de amigos, capitaneados por el personaje de Christian Slater, cuyas vidas dan un giro aterrador (más bien macabro) tras una accidentada despedida de soltero en Las Vegas. Teniendo en cuenta esta sinopsis huelga señalar que la sangre y el humor negro predominan en la historia.
He de decir que Very Bad Things me gustó, aunque hay dos cosas que no me terminaron de convencer. La primera sería el (cansino) histerismo que reina en la mayoría de escenas que comparten nuestros protagonistas, el segundo que el humor cáustico o irónico acaba dando paso a una sucesión de secuencias grotescas y no siempre bien rematadas. De todas formas, se agradece que producciones como la que nos ocupa se hagan un hueco entre tanta cinta descerebrada de humor soez y tanta comedia romántica de nula originalidad. No es perfecta, ni mucho menos, pero su mala baba resulta refrescante.
spoiler:
Es cierto que llegados a cierto punto, sobre todo a partir de que Michael (Jeremy Piven) atropella a su hermano (Daniel Stern), la trama pierde un poco el norte, pero no es menos cierto que también acaba resulta más interesante, loca y divertida.