Japonenes e ingleses se enfrentan en Birmania. Un pelotón japonés cuenta en sus filas con un soldado que toca el arpa genial y esto y por su tez poder pasar como alguien local, les es útil en la batalla. La guerra está a punto de terminar y es el valiente mediador que debe ir a hablar con el enemigo. Desaparece y empieza la búsqueda de sus compañeros para que vuelva a casa con ellos a la vez que vemos como él elige su propio camino.

No se si es por haberme visto recientemente films antibelicistas que me han parecido mejores y llegado más, por la calor o por todo un poco pero no me ha entusiasmado y hay trozos de la misma que se me han hecho hasta pesados.

No es que esperara tiros y acción pero para tener un sentimiento antibélico y conectar con la situación y personajes tiene que haber algo previo que lo cree. La película no lo hace y seguramente las escenas emocionantes calan en algunos momentos porque el sentimiento ya vive dentro de cada uno por la forma de ser o por obras anteriores.

Me refiero especificamente a que no parece que asistamos a una cruenda guerra. Unos se pasan todo el día felices y cantando, los otros a penas aparecen y el pueblo birmano que seguramente fuera el más afectado tampoco está realmente bien plasmado. Salvo algún local que ayuda al protagonista en su camino (y salvo el que lo encuentra, porque lo creen un monje birmano), un niño que toca el arpa también y una abuela que se porta con los invasores como si fueran sus hijos. Más que países invasores parecen una ONG o grupo de excursionistas.

Hay una escena donde vemos que si, que son enemigos y se disparan pero poco más. La salva su bello mensaje, algunas escenas emocionantes como los cadáveres apilados y el protagonista pese a la costumbre japonesa (y mira que son cabezones con sus ritos y costumbres) poniéndose a enterrarlos.

Destacar sobretodo su preciosa fotografía y mejor aún BSO con escenas cumbre como la de la canción de "hogar dulce hogar" para dar a entender con el mensaje internacional de la música que la guerra ha acabado o el de "vamos a cantarle a la alambrada a ver si es él".

La lectura de la carta es también muy emotiva y en general la misión del protagonista, convirtiendo a la película en un mensaje de paz y conciliador con mucho simbolismo tras la parte práctica de enterrar. Supongo que sobretodo los que hayan vivido esta guerra tendrán lagrimones en cada escena pero a mi me ha parecido una película del género bastante justita, salvada como digo por los citados elementos y escenas concretas. El resto parece más bien una sucesión de imágenes y que como historia le falta una mayor base.

Nota: 5'5

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