No queremos (nosotras) que nos quieran por un corte de pelo, unas tetas fabulosas y una ropa de colores. No queremos que nos quieran porque a los cuarenta y muchos parezcamos jovencitas y estemos en digna lid con una ídem. No queremos entrar en tácticas y estrategias. No sois cafres simples. No es necesario poder ganar al ping pong. No queremos volver a dejarnos ganar.
Llegará un día, más pronto que tarde, en que esta peli nos suene tan obsoleta como cuando vemos el machismo de las pelis de Hitchcok o las parodias de mujer de las películas del Oeste.
Qué bueno haber visto esta peli en su día y haberla comentado con buenos compañeros.