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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
8
Ciencia ficción. Fantástico Scott Carey (Grant Williams) navega con su mujer en una lancha motora y, mientras ella va a buscar una cerveza, se ve envuelto en una extraña nube. Unos meses después, empieza a notar extraños cambios en su cuerpo: poco a poco va perdiendo peso y altura hasta hacerse casi invisible. A partir de entonces, su vida será una pesadilla, una lucha constante por la supervivencia, en la que lo cotidiano (un gato, una araña) representa para él ... [+]
26 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Arnold, responsable de la mítica "La mujer y el monstruo" (1954) y de otras producciones de serie B en la era dorada del cine fantástico clásico, se superó con creces en "El increíble hombre menguante" con los mismos medios austeros pero con un sentido artístico equiparable a cualquier producción más seria.

El filme, un clásico por derecho propio, narra la historia de un hombre que se ve expuesto a una extraña niebla, y su cuerpo comienza a menguar paulatinamente. Los médicos no aciertan a diagnosticar el mal que padece, y se ve condenado a seguir reduciendo su estatura hasta convertirse en algo tan pequeño que una araña resulta un ser monstruoso.

En la época en la que se enmarca la cinta, el cine fantástico estaba muy influenciado por la pesadilla atómica. Mutaciones por las radiaciones afectaban al tamaño de hormigas, tarántulas (de las que el propio Arnold hizo su versión) y diversas criaturas nacían como hijos de la fusión atómica. La ciencia-ficción funcionaba como medio para denunciar los horrores de las armas nucleares y muchas de ellas eran películas que exploraban lo ínfimo que resulta el ser humano ante una naturaleza vengativa. En "El increíble..." se ve con mucha más profundidad esa indefensión del ser humano.

Aparte de los buenos efectos visuales, la película cuenta con filosóficas reflexiones en off del protagonista, el cual se da cuenta de lo frágil del ser humano y de lo dependiente que está de su realidad. En cuanto esa misma realidad se mira con otro prisma, lo que antes resultaba ser un sencillo sótano se convierte en un nuevo mundo inexplorado, con obstáculos casi insalvables y con nuevos enemigos a los que sobrevivir. El cambio de realidad del protagonista hace que tenga que cambiar no sólo su percepción de las cosas, sino el desarrollo de un instinto de superviviencia dormido desde hace milenios.

El encuentro de ese ser humano, tan minúsculo no sólo por su extraña mutación sino por su propia entidad, con el cielo estrellado es el encuentro entre lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande. Es la comunión entre los extremos y la idea, inmensa en su sentido, de que todo está hecho con los mismos moldes.

Imprescindible.
Richy
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