Si Ray Harryhausen levantara la cabeza y viera hoy en día lo que se hace con la técnica que explotó hasta la saciedad, probablemente lloraría de felicidad al ver cómo un producto como éste ha podido desbancar en calidad a un sinfín de títulos de animación digital. Y es que “La LEGO película” no es sólo una maravilla técnica, sino que tiene alma de clásico.

El filme se construye (nunca mejor dicho) sobre las bases del blockbuster más comercial, tanto en desarrollo como en intenciones, pero el guion alcanza cotas mucho más altas que cualquier blockbuster normal. La aventura, que comienza eligiendo a un pequeño y simple lego-obrero obsesionado con los procedimientos y manuales de instrucciones, avanza tanto en interés como en pretensiones por los magistrales mundos que, como si de un videojuego se tratase, van apareciendo de forma variada y haciéndose protagonistas. Es menos el hecho del objetivo de la aventura que su desarrollo, ya que es ahí donde en realidad se llega a un mensaje que los espectadores más pequeños quizás no sepan discernir, porque supone una crítica importante al poco imaginativo y aburrido “mundo adulto”.

Ante todo, “La LEGO película” es una comedia, y una de las más divertidas y satíricas que he visto recientemente. Está plagada de guiños y gags, inteligentes y bien colocados en la trama, aunque algunos pueden hacerse un tanto repetitivos y llegar a saturar. De todas formas, todos sus personajes tienen algo que los hace especiales, ya que están bien definidos, y la inclusión de figuras conocidas del cómic supone un gran aporte a un espectáculo que ya de por sí es magistral, por el hecho de construir todo los escenarios con bloques de LEGO (aunque no toda la película está hecha íntegramente así) y por la gran animación de todo el conjunto.

Podríamos recordar más de una película, principalmente de Pixar, que iguale en calidad a la obra de Lord, Miller y McKay, pero habría muy pocas que consiguieran igualar un guion realmente espléndido, con un enfoque tan diverso que sorprende tanto a adultos como a niños. Es básicamente la eterna lucha entre el Bien y el Mal, cuyo protagonista es un don nadie, pero todo planteado de forma que hasta nos parezca original, si bien más de uno verá reminiscencias al mensaje de “La historia interminable” (1984).

Por lo tanto, recomiendo “La LEGO película” por su entretenimiento fuera de toda duda, su mensaje, su impresionante calidad técnica y, sobre todo, su peso moral, que hará a más de uno desempolvar sus antiguos juguetes, ya sean LEGO o no, sólo por volver a recordar unas sensaciones que se creían perdidas.