Lo de siempre. Chico conoce a chica, son muy diferentes pero se enamoran, cuando ya estan juntos se dan cuenta de sus diferencias y deciden separarse, y finalmente como se echan mucho de menos y no pueden vivir separados triunfa el amor y vuelven. Fórmula repetida hasta la saciedad, con la única diferencia de que aquí los protagonistas son autistas.
Josh Hartnett siempre me ha parecido un actor "quiero y no puedo", no sé, tiene papeles en los que podría realizar una gran actuación pero siempre se queda en un "correctillo", a pesar de que deja algún que otro destello. En cambio la chica protagonista para mí resultó cargante a más no poder, me daban ganas de dar un puñetazo a la pantalla cada vez que salía, y el resto de autistas pueeees, sin más, todos sobreactuando.

Una película con guión muy típico, que como es normal ha pasado sin pena ni gloria.