No siempre lo que parece tiene porque ser real, a veces también existen los sueños y eso es lo que la protagonista de esta historia tiene en su retorcida pero apasionante mente. Lila lo tiene todo para seducir, cada mirada, cada gesto son pura sensualidad, incluso su verdadero nombre ya es mas que provocativo. El chico por su parte demuestra algo mas que paciencia y se le escapan muchísimas oportunidades, en la vida real no funciona así y menos con una chica de esta sensualidad, seria imposible aguantar pero el no se sabe muy bien como, lo hace, aguanta como un autentico sufridor. Las interpretaciones se mueven en lo correcto, exceptuando a Vahina Giocante que lo borda, ya que con cada mirada y gesto nos transmite lo que pasa por la cabeza de esta niña de dieciséis años. La cinta deja planos de bastante belleza y escenas como la del paseo en moto de gran sutilidad y "erotismo". En definitiva película agradable y fácilmente recomendable.