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Voto de kafka:
9
7.6
9,131
Western. Drama
William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2005
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente, la mejor adaptación de la mítica historia de Pat Garrett (espléndido Coburn) y Billy el Niño (magnífico Kristofferson). El argumento se inicia en 1.881, cuando Garrett se ha pasado del lado de la ley y acaba de ser nombrado sheriff. Por ello avisa a su amigo Billy de que los tiempos han cambiado y para que pueda huir, pues ahora su obligación será arrestarle y hasta, quién sabe, si matarle.
Con ecos de Leone y un ritmo cadencioso, pero particularísimo que hacen de ella una película de extremada solidez, estamos ante una desmitificación a contrapelo del cine clásico americano y del western, su género por excelencia. Dotada de una gran galería de personajes muy bien caracterizados, dónde se suceden los rostros macilentos, ajados, feos, llenos de desapego, la película muestra el valor de la ley como fuente de obligaciones y nada más, contrapuesto al nulo valor de la vida. Vuelve a aparecer la amistad traicionada, vuelve a aparecer, ahora de forma locuaz y perfectamente ensamblada, la lírica, con una gran banda sonora de Dylan - actor también -, con el legendario "Knockin´ on the heaven´s door", y el desarraigo más absoluto, el cinismo y lo descreído, el lado negro del día a día. Eso sí, matizado y teñido de un humor soterrado y brillante. Obra maestra y quizás el mejor western de su época junto a "El día de los tramposos" de Mankiewicz.
Con ecos de Leone y un ritmo cadencioso, pero particularísimo que hacen de ella una película de extremada solidez, estamos ante una desmitificación a contrapelo del cine clásico americano y del western, su género por excelencia. Dotada de una gran galería de personajes muy bien caracterizados, dónde se suceden los rostros macilentos, ajados, feos, llenos de desapego, la película muestra el valor de la ley como fuente de obligaciones y nada más, contrapuesto al nulo valor de la vida. Vuelve a aparecer la amistad traicionada, vuelve a aparecer, ahora de forma locuaz y perfectamente ensamblada, la lírica, con una gran banda sonora de Dylan - actor también -, con el legendario "Knockin´ on the heaven´s door", y el desarraigo más absoluto, el cinismo y lo descreído, el lado negro del día a día. Eso sí, matizado y teñido de un humor soterrado y brillante. Obra maestra y quizás el mejor western de su época junto a "El día de los tramposos" de Mankiewicz.