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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
9
Western Tras la muerte de Juárez, en México dominan la injusticia y el terror. Joe (Clint Eastwood), un pistolero vagabundo, llega al pueblo fronterizo de San Miguel, donde dos familias se disputan el control del territorio, y entra al servicio del clan Rojo. Una noche, es testigo del intercambio de oro por armas entre mexicanos y soldados de la Unión. Remake en clave de western de "Yojimbo", de Akira Kurosawa. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un forastero sin dinero (Eastwood) llega a un aterrorizado, desértico y caciquil pueblo mexicano dominado por dos clanes familiares: uno cochambroso, el otro elegante. Es un territorio comanche, plagado de forajidos y bandidos dónde la única forma de obtener un puñado de dólares es matando...
Un exitazo en su día y el inicio del cuarteto de inolvidables films que dedicara Leone al western y que fuera bautizado para su absurda minimización y catalogación como "spaghetti-western" (los de Leone son sencillamente geniales y el maestro y creador del subgénero no tine por que pagar la cutrez y desidia de los imitadores que proliferaron tras el éxito de los del cineasta italiano...).
Sin lugar a dudas, y ubicando cada película en su época, en la que el western clásico se hundía en una decadencia de honrosas excepciones, es inevitable hurgar en el cine de Leone para ver con continuidad y admiración el mejor cine western de los 60.
Esta, en concreto, es un western estupendo, de espléndido sentido del ritmo y que para ser la segunda obra del autor demuestra una enorme personalidad y no poca madurez. Con la magistral e inseparable partitura de Morricone como leit-motiv y como corazón del film, se trata de una obra lírica, desencantada, deliciosa y prodigiosa en aspectos concretos, dónde hay un gran trabajo de montaje, una estructura formal notable y un inteligente y desaforado sentido de la violencia. Leone crea desde ya un estilo insobornable en el que lo capital, junto a la música como elemento actoral dotado de vida propia, se basa en los primeros planos, profundísimos y escrutadores de ajados, barbudos y marcados rostros de los antihéroes de la historia, de entre los que sobresale para siempre Eastwood, de quién se puede explicar su plenitud artística de cienasta a partir de aquí. El personaje de Eastwood es un antihéroe apátrida, íntegro y renegado ante todo si quien sufren son las mujeres y los niños, buscando para ellos esa Justicia tan característica de los territorios sin ley. Es Eastwood el forastero que rompe el violento equilibrio del poblado muerto, es el elemento desencadenante de la explosión de embrutecimiento de los bandos que tan bien explota el inteligente personaje que interpreta y que contiene otro memorable momento en la última aparición entre la neblina...
Junto a Eastwood, un excepcional Volonté y nuestro Pepe Calvo, en una interpretación soberbia y genial que hubiera firmado hasta el propio Brennan.
Un film, pues, muy considerable y nada despreciativo hacia la concepción fordiana del género, que los puritanos pudieran entender como un sacrilegio pero nada más lejos de la realidad: Leone reinventó el western, lo revivió y lo engrandenció bajo la enorme carpa de su personalidad, haciendo aún más inolvidables los hitos logrados por Ford, Walsh, Mann o Hawks.
kafka
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