Los 8 más odiados

Tarantino es único. Su dominio de los tempos, los escenarios, los diálogos y la caracterización de los variopintos e interesantísimos personajes que presenta en sus películas, lo coloca a un nivel por encima de la media de realizadores cinematográficos. Además, es tremendamente personal, cuando ves una película suya, sabes que lleva su firma. Y debido a eso, tienes que dejarte llevar y entrar en su juego. Si lo haces, disfrutas de obras maestras como Resorvoir Dogs, Pulp Fiction, Django, etc..
El film que nos ocupa tiene ingredientes potentísimos:
-Elenco actoral sublime, Kurt Russell, Samuel L. Jackson, J.J. Leigh...todos a un gran nivel.
-El escenario (cabe destacar que casi la totalidad de la película se desarrolla en un único escenario) es un personaje más, está perfectamente aprovechado.
-La música, magistral.
-El guión, inteligente, atrapa al espectador y deja que él mismo sea también quien desarrolle sus hipótesis y conclusiones.
-Un ritmo justo, in crescendo hasta un final que ata todos los cabos y no decepciona.
Evidentemente, no se hizo la miel para la boca del asno, y habrá un sector del público que no sepa paladear estos ingredientes, que ni siquiera pueda distinguir las múltiples referencias y homenajes del film a clásicos del género y también detalles sutiles, aparecidos ya en varias películas del director. Para esa gente ya existen películas como Transformers 2 y Crepúsculo. Pero los que disfrutamos del buen cine con mayúsculas, aquí tenemos una joya de culto que sólo el tiempo pondrá en su merecido lugar.

Si la gente lloraba por los supuestos "diálogos interminables" de Malditos Bastardos, ahora van a tener que llorar cien veces más, ya que toda esta película es un diálogo interminable dentro de una cabaña.

En realidad conmigo no hay problema, pero piensen en toda la gente que va a derrumbarse de aburrimiento, querían ir al cine a pasarla bien y en cambio tienen que tragarse una novela insufrible ambientada en los EEUU de hace 200 años (risa malvada).

Me imagino a toda la gente llorando de agotamiento y queriendo salir del cine, como esos niños que tiran a su mamá del vestido porque no ven la hora de salir de casa de su tía abuela.

Voy a representar la dignidad ofendida de toda esa pobre gente y voy a darle un uno.

Que no nos lleve a engaño el hecho de que Ennio Morricone se haya decidido a colaborar (aunque sea minimamente) en esta cosa. Estamos de nuevo ante otro producto típico de este director empeñado en esparcir desde las salas su mensaje de odio, sadismo y crueldad. Este tipo de cine es muy peligroso, no entiendo como no solo se permite y se publicita con montones de dinero sino que afamados actores se presten a colaborar en este tipo de productos. Que este tipo de cine se proyecte en las grandes pantallas y sea alabado por tanta gente es una muestra de que algo no funciona bien en la sociedad.