El otro lado de la esperanza
5,005
Comedia. Drama
Helsinki. El joven Khaled llega oculto en un barco de carga procedente de Siria. Su solicitud de asilo es rechazada, pero decide quedarse de todos modos. Mientras, un gris comercial cincuentón llamado Wikström decide cambiar su vida y abrir un decadente restaurante. Sus caminos se cruzarán cuando una tarde Wikhström se encuentra a Khaled en la puerta de su restaurante y, emocionado, decide ofrecerle techo, comida y trabajo. Pero el ... [+]
3 de mayo de 2017
7 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esperaba una Finlandia moderna, igualitaria, acogedora, solidaria, educadora, romántica incluso. El director nos presenta un país anticuado, atado a los procedimientos, profundamente xenófobo, triste, despiadado con los extranjeros, combativo con las religiones.
Me ha desilusionado profundamente la película. Apenas un atisbo de humor escandinavo difícil de entender, porque el surrealismo campaba en cada escena, el acartonamiento de los personajes los convertía en muñecos ridículos y la dureza del trato a los refugiados impedía cualquier esbozo de sonrisa.
Lo único que agradezco al director es que no se ande con medias tintas, que me lance a la cara con toda la crudeza, el trato que dispensamos a los refugiados. Cómo nos inventamos cien excusas para no asilarlos, hasta provocar una vergüenza difícil de disimular. Ante las dificultades del prójimo nos volvemos tremendamente egoístas y nos mostramos incapaces de compartir con el que más lo necesita, pensando que no vamos a tener suficiente para los dos. También te encuentras ejemplos de personas solidarias, por lo general ciudadanos individuales que actúan conforme a sus valores, poniendo en evidencia a los estados y a los organismos públicos.
Para este rato de reflexión no era necesaria esta película.
Me ha desilusionado profundamente la película. Apenas un atisbo de humor escandinavo difícil de entender, porque el surrealismo campaba en cada escena, el acartonamiento de los personajes los convertía en muñecos ridículos y la dureza del trato a los refugiados impedía cualquier esbozo de sonrisa.
Lo único que agradezco al director es que no se ande con medias tintas, que me lance a la cara con toda la crudeza, el trato que dispensamos a los refugiados. Cómo nos inventamos cien excusas para no asilarlos, hasta provocar una vergüenza difícil de disimular. Ante las dificultades del prójimo nos volvemos tremendamente egoístas y nos mostramos incapaces de compartir con el que más lo necesita, pensando que no vamos a tener suficiente para los dos. También te encuentras ejemplos de personas solidarias, por lo general ciudadanos individuales que actúan conforme a sus valores, poniendo en evidencia a los estados y a los organismos públicos.
Para este rato de reflexión no era necesaria esta película.
20 de abril de 2017
0 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que al amigo Kaurismäki nunca le he pillado del todo. ¿Los finlandeses son cómo en sus películas? Seres con perenne cara de póker, que en el fondo abordan la vida con ligereza. Les gusta mucho el rock clásico.
En esta ocasión interaccionan con refugiados. Alguno tiene alma finlandesa también, pero la mayoría ríen de vez en cuando.
Las escenas de refugiados no terminan de funcionar, las de finlandeses mejor porque al menos te ríes un poco.
Gustará a: jugadores de póker, sintechos, músicos
No gustará a: cocineros, judíos, mafiosos
En esta ocasión interaccionan con refugiados. Alguno tiene alma finlandesa también, pero la mayoría ríen de vez en cuando.
Las escenas de refugiados no terminan de funcionar, las de finlandeses mejor porque al menos te ríes un poco.
Gustará a: jugadores de póker, sintechos, músicos
No gustará a: cocineros, judíos, mafiosos
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