Puede resultar extraño que se haga en España una película sobre el genocidio tutsi, uno de los episodios más funestos, si no el que más, post 2ªGM. La explicación es que su objetivo es más general y abstracto, mostrar formas de superar heridas más constructivas que la forma más recurrente y contrastada de todas.

La producción es minimalista, con personajes de fuerte carga simbólica y muy enfocada hacia los diálogos. Lo que se dice una peli teatral, para mayor lucimiento de sus actrices (tres). Siendo Brendemühl el más experimentado y siempre excelente, que sus colegas Nansi Nsue y Boré Buika brillen más juega mucho a favor de la película.

En lo negativo, tras un inicio prometedor se va acelerando cada minuto que pasa como si se tuviera que acabar forzosamente en los 82 minutos que dura. Cierto que dentro de la película hay cierta urgencia, pero no es necesario que se refleje exactamente fuera de ella. Especialmente el «cuento» final necesitaba más pausa para la importancia que tiene.

Gustará a: Nirvana, pacifistas, abuelas
No gustará a: chistosos, Paul Kagame, ingenieros de sonido

En típico error matemático de traducción, el original «Godzilla x Kong» se traduce como «Godzilla y Kong», así pues los monstruos pasan de multiplicarse a sumarse, lo cual arroja un resultado menor ya que claramente tanto Godzilla como Kong son mayores que 1.

Aunque el orden de los factores no altera el producto, Godzilla debe aparecer primero en el título por motivos alfabéticos y no de importancia. La película trata de King Kong encontrando su lugar en el mundo, un mundo hueco por otra parte, un mundo donde el ser más poderoso es una polilla gigante. Godzilla está más de sidekick animal, aunque él se lleva el mejor momento de la película cuando se sube al Peñón y grita con todas sus fuerzas telúricas: «¡¡¡¡¡Gibraltar, español!!!!!». También ha aprendido pressing-catch.

Los humanos sobran, lo cual nos deja como con una media hora interesante de película.

Gustará a: Michel Bay, dentistas, Giorgio Tsoukalos
No gustará a: lobos, calvos, promotores turísticos

No sé vosotros pero mí siempre me viene a la cabeza la canción de Lou Reed en días soleados de paz mental al aire libre y ligeramente alcoholizados. Hirayima, el protagonista de esta película, ha integrado de forma milagrosa su perfect day en la vida diaria así que es uno detrás de otro, es decir, su vida es una sucesión de perfect days. Y eso trabajando de algo que para muchos será lo contrario de perfect.

Un señor al salir decía que «es un hombre muy cuadriculado». Puede ser. En mi caso y como persona cuadriculada que soy ya me gustaría llegar al estadio superior de Hirayima. Es casi angélico en el sentido propio de Wim Wenders. De hecho, Bruno Ganz interpretaría a la perfección a Hirayima lo cual no es mucho decir porque interpretó a la perfección desde Hitler al abuelo de Heidi. Pero en paz descanse y Kôji Yakusho (Cure, La anguila, Babel) se marca una perfect película por la cual no tendrá el reconocimiento debido pero sí el mío.

Tanto me gustó que al terminar fui directo al lavabo pero ojo, a mear, no a limpiar.

Gustará a: cuadriculados, Lone Star, libreras
No gustará a: paruréticos, FOMOsos, fumadores

Quise ir a un preestreno de esta película porque tenía buenas críticas. Fui con total inopia, sin saber de qué iba ni nada, y me encontré una fila infinita de personas de espíritu joven y moderno y por supuesto entradas agotadas. Me dije «tate, aquí hay tomate» y me hizo reflexionar en que quizás no me entero de nada, tanto así que he ido a verla el día del estreno.

Es en parte documental didáctico sobre filosofía-política de género, en parte versión libre del titular Orlando de Virginia Woolf y en parte entrevistas a una treintena de personas trans. Lo bonito del asunto es que no te explicita en qué momento es cada cosa y las tres voces —Paul B. Preciado, Virginia Woolf y entrevistades— se entremezclan de forma inteligente.

Las imágenes pierden protagonismo ante el discurso sin llegar a caer en el foso de las «cabezas parlantes». Al contrario, todos los episodios están presentados con algo de ingenio, en diverso grado todo sea dicho. Imagino que si conoces mucho del tema la disfrutarás como propia y si no aprovecha para reflexionar sobre ideas no predominantes. O si eres muy cerrade pues pasa del tema, para qué nos vamos a engañar.

Gustará a: Virginia Woolf, comunidad LGTBIQ+, Godard
No gustará a: George Boole, psiquiatras, gente de bien

Como bien sabéis, Víctor Erice es el ser mítico Malick-style por excelencia del cine español, a pesar de haber realizado solo tres películas o quizás gracias a ello. Este es su cuarto largometraje y a juzgar por la edad (>80) y ritmo de entregas (1973-1983-1992-2023) parece que será la última, aunque nunca se sabe (ver de Oliveira).

Me comentaba una amiga que en su cine local no está programada, y sí otros prodigios del cine que comparten día de estreno como «Los Mercen4rios» y «Saw X». Podría decir que es una vergüenza y que para una película que saca Erice en 30 años se debería proyectar en todos los cines de España pero no sería más que una pataleta de viejo cascarrabias tirando a snob. Simplemente se siente tristeza por un tipo de cine que está desapareciendo enterrado en latas de celuloide.

La película es reposada como todas las de Erice, si bien menos que el «El sol del membrillo» y juega a su favor un elemento de misterio. Se puede resumir como una sucesión de conversaciones alrededor del paso del tiempo, la memoria y el poder del relato. Obviamente es mucho más, si queréis pasar un casi tres horas de relajada contemplación la veis. También os digo que os puede pasar lo mismo que a un ínclito crítico de cine que no hace falta decir quién es: «Soy incapaz de sentir nada grato. Tampoco me irrito demasiado. No sé qué es peor, si la indiferencia o el encabronamiento.»

A mí me ha congratulado especialmente que en la primera escena aparece un tablero de ajedrez mal colocado, cosa habitual y normalmente irritante pero en este caso es una jugada magistral. O no, quizás es el mismo error de siempre pero es lo que tienen las leyendas, uno proyecta sus ilusiones en ellas.

Dentro de un buen elenco apuntad esto: José Coronado premio Goya al mejor actor de reparto.