Pequeñas mentiras sin importancia

Otra vez una película francesa que consigue que me pregunte por qué no se hacen aquí más cine con estos mimbres: buenos actores, un guión lleno de verdad, y sobre todo un tono que va lo cómico a lo dramático, como la vida misma.

Hola

Muy larga. Al principio se hace pesada, los personajes son antipáticos, pero se obra el milagro, empalizaremos con ellos, difícil no verse reflejado en este Melodrama, que no comedia.

Saludos

"La nouvelle vague" ya fue historia y la comedia francesa, siempre en primera linea de fuego, sostiene la alta calidad del cine francés, desde Jeunet hasta Ozón; ultimamente es el joven Guillaume Canet quien quiere izar este género por todo lo alto, pero "Pequeñas mentiras... es una película fallida de ritmo, dispersa y casi banal en su primera media hora e innecesariamente larga. Es absurda la atracción homosexual de Magimel por Cluzet, truco clave de la pelicula. Los desencuentros amorosos de las demás parejas de amigos son aceptables por ser normales en algo tan voluble como el amor dudoso que es el que practican tales parejas. Y, en fin, el despliegue sensiblero del final del film resulta ridículo. Ahora bien, aunque falla el argumento. los actores elevan lo que pueden el tono de la pelicula ,destacando la estupenda actuación de François Cluzet y la languidez de Marion Cotillard.Por eso, a pesar de ser amante del cine francés, mi nota es un cuatro y quizás sea demasiado...

El director francés apuesta por una historia simple: un grupo de amigos va a pasar las vacaciones juntos en compañía del sol, playa y marisco. Desde el comienzo, el espectador se percata de que la historia podría ser más profunda de lo que pudiera parecer. Se ponen en juego las reacciones de cada uno, el carácter, las relaciones interpersonales y un puñado de problemas cotidianos, lo que hace del largometraje (de una duración nada despreciable de 2h 30min) una historia amena y con la que uno mismo puede identificarse en más de una ocasión.

Cuando Ludo (Jean Dujardin) sufre un terrible accidente de tráfico, sus amigos deciden prolongar sus vacaciones y quedarse cerca de él. Concretamente en la bonita casa que posee uno de ellos (François Cluzet). Pero la convivencia no parece que vaya a ser todo lo placentera que debiera...

Guillaume Canet se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los cineastas franceses en activo más interesantes (véase cómo afronta la escena del accidente con la que se abre esta película). Además, se rodea un buen puñado de intérpretes de sobrado talento que destilan naturalidad por los cuatro costados (a destacar la presencia de dos ganadores del Oscar: Marion Cotillard y Jean Dujardin).

Pero, ¿de verdad hacían falta dos horas y media para contar esta historia? Pues la verdad es que no. Aun así, he de afirmar que la cinta no se hace nada pesada a pesar de su excesiva duración. Es más, es tanto el cariño que se les coge, a pesar de sus muchísimos defectos, a los personajes que hasta da un poco de pena despedirse de ellos. Creo que con eso lo digo todo, ¿no?