Manual de amor

Italiana, simpática, ñoña, por momentos hortera, a veces dramática, sencilla, con algunos buenos gags y otros menos afortunados, semidulce, semiácida, poco original, llena de tópicos, un poco trasnochada, un poco de todo, un poco de nada, ni blanco ni negro, ni frío ni calor, para pasar el rato. Se salva por el último episodio, aunque el final es para despedir al guionista.

Un film diferente, digno de ver, El director en este film ha jugado con una estructura en episodios, en el que cada uno de los 4 episodios tiene su encanto, sobre todo el primero, que narra la fase mas bonita del amor. Cada uno de estos episodios están narrados con un gran sentido del humor, unos personajes muy carismáticos, y una buenísima banda sonora. Es una película agradable de ver, que te deja un buen sabor de boca.

Cuatro historias, cuatro aciertos. Una película que nos mantiene enganchados en todo momento y que de alguna manera nos mete en la piel de cada uno de los personajes, tanto que podemos sentir las distintas emociones que estos nos intentan transmitir. Una audaz y genial comedia que deslumbra y deja un buen sabor de boca.

Si el primer corto era el bueno, los otros son, obviamente, peores.

El primero me pareció un BODRIO. La actuación patética de Carlo Verdone y su compañero de piso, junto con la imposibilidad para empatizar con el pobre chico, unida a un desenlace de lo más forzado incluso para una película italiana, han hecho que la quite directamente del reproductor.

Hasta nunca.

Amable comedia, se deja ver muy bien, y sirve de buen contrapunto a los films dramáticos que hay en cartelera.
Hay una fina observación de la pareja y los diálogos son vivos y agudos, y muchos darían para profundizar en ellos: "tener hijos para salvar una relación es un sinsentido... ¡póbres niños!", pero la rápida vervorrea italiana hace que apenas podamos detenernos en ellos.
Tiene las ventajas de ser un film de sketchs, sobre todo la amenidad por la variedad de situaciones, pero también sus inconvenientes: no se profundiza demasiado en ninguna.
También, en un exceso de agradar, el final de la última historia, es demasiado forzado.
En fin, un agradable film, más de sonrisa que de carcajada, que se vé con agrado, sobre todo en pareja, ya que en algún momento nos veremos retratados.