Christopher Robin: Un reencuentro inolvidable

¿Qué le pasa a los niños cuando se hacen adultos? entre muchas cosas de todo tipo e índole, una de las más graves es que dejamos de imaginar y fantasear, de inventarnos historias y personajes fantásticos que viven en mundos mágicos... y de eso trata "Christopher Robin", de cómo recuperar algo de la niñez para apreciar y disfrutar la vida cómo realmente queremos y no cómo nos obliga la sociedad. Y todo esto gracias a un buen guión, unos personajes muy bien escritos y animados y un tono en general que a pesar de ser un pelín edulcorado en ocasiones (no olvidemos que es una producción Disney) no deja de tener unas cuantas enseñanzas y moralejas que a más de uno le harán pensar.

Christopher Robin (2018).
"No hacer nada a menudo conduce al mejor de los algos."
Como ya hiciera en "Descubriendo Nunca Jamás”, el director de cintas tan dispares como “Quantum of Solace” o “Guerra Mundial Z”, Marc Foster, nos introduce en una fábula infantil vivida por su protagonista (humano) ya de adulto.

“-Soy un oso con muy poca cerebro.
-No, yo creo que eres un oso con un gran corazón."
Ewan McGregor es Christopher Robin, el inseparable amigo de Winnie the Pooh y su pandilla de peluches, a los que ayudaba y con los que jugaba de niño (fue el hijo del creador de estos personajes en la vida real); pero ahora, convertido en un estresadísimo adulto, apenas recuerda... hasta que aparecen necesitados de auxilio; aunque en realidad los que los necesita es él a ellos.

La cinta, nominada al Oscar por los efectos visuales, está ambientada magníficamente en el Londres de los años 40, y cuenta en el reparto con Hayley Atwell, a quien muchos recordaréis por encarnar a la pareja (también en esa década) del célebre Capitán América.

"Los sueños no son gratis. Nada es a cambio de nada."
La película, aún estando dirigida a todos los públicos, no deja de regalarnos mensajes continuamente de la mano de esos entrañables peluches. Y es que, a veces, la felicidad se encuentra en los detalles más simples y cercanos.

Raúl Cabral.
https://www.filmaffinity.com/es/film759500.html

Un "moderno" remake de clásicos de la filmografía de Disney, con el personaje de Winnie the Pooh como, esta vez, co-protagonista.
En esta ocasión el protagonista es el ser humano amigo de ellos, con quienes jugaba de niño y que ahora, ya hecho un hombre trabajador, con familia y muchas responsabilidades, ha perdido el rumbo y no se da cuenta de lo que en verdad es más importante en la vida.
Esto, como punto de partido está bien, y sus amigos del bosque le ayudarán a cambiar, pero todo está narrado y realizado de una forma que a mi, particularmente, me ha dejado más bien frío. Y es que no me ha emocionado en ningún momento e incluso a veces me ha aburrido.
Creo que el mayor defecto del film, que eso sí, está muy bien hecho desde el punto de vista técnico, con una exquisita ambientación, es que ni es para niños ni para adultos. Se queda en tierra de nadie y creo que a muchos no le convencerán, como es mi caso.
En la parte final sí se varía, gracias a Dios, el romo ritmo hasta entonces existente, hay algo de humor en el contraste de animalillos y seres humanos y resulta más entretenida y disfrutable, pero el grueso central está repleto de anodinos diálogos entre los dos protagonistas y supuestos gags visuales y verbales entre los habitantes del bosque que a mi personalmente me han dejado indiferente.
Me ha decepcionado aunque no estoy muy seguro de si será porque en realidad no es tan buena como deseaban sus creadores o porque yo no he sabido entrar en ese mágico (con poca "magia" para mi gusto) mundo de fantasía.

https://filmsencajatonta.blogspot.com

Como peli para niños, funciona, como peli para adultos, puede ser tu peor pesadilla. (No es cierto solo bromeo). Es otra Live Action de los animados que probablemente la mayoría recuerden sobre Winnie The Pooh, que lleva a la historia a un tiempo donde ya han sido olvidados por el que una vez fuera el niño humano que era su amigo (Christopher Robin) y ahora es un adulto. Ya por ahí me hace recordar una que por meterse en tierras de la innovación tampoco salió bien: me refiero a “Hook”, la Live Action de Peter Pan Interpretada por Robin Williams en la que el también ya está en modo adulto y eso, entre otras cosas dio al traste con la película. Por suerte, este no es el mismo caso y se ve más o menos divertido ver al actor Ewan McGregor, haciendo de ese padre que intenta hacerlo todo bien, pero se queda atrapado en el trabajo a punto que no le da tiempo para atender de la manera apropiada a su familia. Y luego debe de ir resolviendo una serie de situaciones con sus antiguos amigos de infancia, que son los animales de siempre.
Como es una película dirigida al publico infantil, por lo general no es para juzgar como adultos, ya que no es para nosotros. Y creo que para los chicos puede funcionar de lo mejor. Sí tiene el problema de que los animados se ven algo terribles al llevarlos a una especie de muñecos de peluche, pero de una manera que más bien se ven algo terroríficos y macabros. También se puede hacer una de terror con esos peluches que además se ven extra falsos. Pero fuera de eso, la peli es completamente disfrutable. Un poco cliché, pero se acepta, que todo no puede ser perfecto. Además, los animados en los que se basan tampoco fueron los favoritos de nadie, siempre fueron como una alternativa dulce a otros mucho más interesantes, y así mismo es está peli.

...o "la misma historia de siempre acerca de no perder nuestro niño interior pero con peluches".

El niño compañero de aventuras de Winnie the Pooh y su séquito creció, se fue a la guerra con Mambrú, volvió, consiguió un laburo en una importante empresa y le da más bola a esto que a su mujer e hija. De hecho a la última tiene pensado enviarla a un internado como al que asistió él (¿alguien dijo Jumanji?).

Cuestión que la esposa se le planta y le pone los puntos, pero él ni bola. Ahí nomás se le aparece Pooh para recordarle el pibe ocurrente que alguna vez fue y el viejo agreta en el que se convirtió (¿alguien dijo Hook?).
Bueno, sí, no se mataron demasiado como para pensar el guion, pero este tipo de historias suman siempre muchos adeptos, la nostalgia familiera garpa.

Con lo que sí hay que sacarse el sombrero acá, es el diseño de producción. Si bien parece ser filmada casi enteramente en estudios, el Londres de los '50 está buenísimo, los paisajes del bosque son estupendos (acá una observación, la ciudad en una paleta grisácea y el bosque super colorido es un excelente contraste connotativo) y ni hablar de los personajes animados, que parecen peluches vivos de verdad, muy detallados.