Mujercitas

Esta adaptación de tan afamada novela no está mal. Tanto la estética de fotografía como las actuaciones de sus bellas intérpretes estan a la altura, pero como siempre diré mejor es leerse el libro, mucho más profundo y pasional. quizás la única pega esté en que me pareció que recortaron la historia un poco más de la cuenta, así y todo se ve con fluidez.

Regular adaptación de la obra maestra de Louisa May Alcott, muy bien interpretada (en especial por Winona Ryder, Gabriel Byrne, Christian Bale y Susan Sarandon) y poseedora de un buen trabajo técnico, pero bastante mal adaptada. Todo ocurre demasiado deprisa, y muchas cosas que hubieran necesitado una explicación más profunda se quedan cojas. el guión apenas permite a los personajes reflexionar y pensar, que resulta que es una de las cosas más admiradas de la novela, y los acontecimientos se suceden a tal velocidad que parece que la guionista se tomó unos cuantos cafés antes de escribirlos. Menos mal que la historia sola se basta para entretener y más o menos conmover.
Por cierto, qué feíta era claire Danes de adolescente.

Lo mejor: winona ryder, perfecta para el papel de Jo.
Lo peor: La adaptación podría haberse hecho mucho mejor.

La afamada (y no sin razón) novela de Louisa May Alcott publicada en 1868 no ha dejado de aparecerse en el Séptimo Arte de tanto en cuanto para disfrute del cinéfilo y el lucimiento de los actores del momento. En los años 30 la protagonista Josephine "Jo" March fue Katharine Hepburn, en los 40 Elisabeth Taylor, en los 50 Jane Hardie, en los 70 Jessica Harper... y así hasta un largo etcétera en cine y televisión ("Mujercitas" tuvo hasta su curioso y recomendable anime en los 80) que nos ha llevado en el 2019 a otro destacado largo.

Mientras que el que nos ocupa de los años 90 (y el más conocido por el gran público actual hasta que llegó la reciente visión de Greta Gerwig hará un par de años) no escatima tampoco a la hora de contar con un reparto de lujo y un presupuesto considerable (aunque una nimiedad si se le compara con el de "Mujercitas" (2019)). La cinta cuenta con grandes ingredientes, y muy mal tendría que haberse adaptado para no dar un producto elegante, confortable y disfrutable... cosa que da sin despeinarse.

Y es que este "Mujercitas" cuenta con varias cualidades considerables que captan al espectador medio (mujer, hombre o mediopensionsta) con eficacia y merecimiento. Para empezar el film presume de un propuesta literaria certera, significativa e ilustre. No creo que descubra a nadie la trama de "Mujercitas" a estas alturas, pero por si las moscas y para no "spoilear" tan solo diré que es una novela que tiene en su relato un rico abanico de personajes multifacéticos, humanos, cómplices y (por qué no decirlo) encantadores, posee además una trama cargada de finura, tacto y progreso vital (y eso sin contar su inmenso trasfondo feminista tan necesario en aquella época del siglo XIX donde las mujeres aun no eran tratadas como el resto de seres humanos (pues ni votar estaba permitido). Las aspiraciones respecto a la igualdad de derechos no es un tema baladí e incluso hoy en día sigue siendo relevante como reivindicación (y para muestra, basta con posar la vista en Oriente Medio o en África), pero lo bueno que tiene "Mujercitas" es que no incide en ello de forma artificial o exagerada y tan solo se muestra como un natural trasfondo). Y en esta ocasión Robin Swicord trata con dignidad (aunque nunca con lucidez insuperable) las páginas originales de Alcott.

Y, si bien es cierto que el guion adaptado es mejorable (hay algunas escenas (pocas pero las hay) de rutina que no hacen evolucionar con viveza la historia, y ciertos diálogos son dejados a su suerte y no se enriquecen con algo de genio y madurez en la traslación cinematográfica... esto hace que el film tenga algunos puntos muertos contados con los dedos), lo que nos da es más que suficiente para irnos seduciendo in crescendo por los avatares, conflictos, dramas y alegrías de la familia March y alrededor.

A esto hay que sumarle un reparto rebosante de carisma y talento (en el largo contamos con figuras de la interpretación como Susan Sarandon, Christian Bale, Kirsten Dunst o Claire Danes. Pero es Winona Ryder (a la que considero actriz de un solo registro de idealista personaje femenino (tanto aquí como en "Eduardo Manostijeras" (1990), "La edad de la inocencia" (1994) o "La casa de los espíritus" (1993))... pero ese registro lo sabe bordar como es en este caso) la que más puede aprovechar un papel prominente tanto en cine como en literatura, por lo que su nominación al Óscar por este rol de 1994 es completamente merecido pues da todo con complicidad y sinceridad a su subversiva Jo).

El resto de elementos de su metraje son aceptables en líneas generales, pero pudieron dar mucho más de sí (como se vio en 2019...

Una de las cuestiones que hacen que no se deba pasar por alto visionar una película como "Mujercitas" es, en mi opinión, su capacidad de persuasión. El encanto desplegado en este drama familiar, gracias a las emociones y vivencias bien reflejadas de los personajes que aparecen, hacen que al final, uno no pueda dejar de alabar el vínculo que se establece entre las hermanas protagonistas y su esfuerzo por no derrumbarse. Mérito, sin duda, de las actrices que dan vida a los personajes que aparecen en pantalla. Aunque el reconocimiento se lo llevó Kirsten Dust, no creo que esté de más valorar el papel ejercido por el resto de actrices que componen el reparto. Quitaría eso sí algún diálogo un tanto descafeinado entre el profesor y el personaje de Joe, pero, en general, la película es un formidable (y algo idealizado) retrato de una familia americana:del siglo XIX: ambientación, vestuario y banda sonora nos ayudan a que la bonita historia enganche aún más, llevando a derrochar encanto a un film, que por lo general, resulta sencillo, sincero y mágico, aunque no se trate de algo espectacular. Estaría, más bien, enmarcada dentro de esa lista de películas normales que para mí tienen algo especial. Le doy un 7 alto.

Otra versión de la inmortal obra de Louisa May Alcott llegó a las pantallas grandes en 1994 de la mano de Gillian Armstrong, directora australiana y feminista. Y en ésta, de detalles relativamente bien cuidados y correctamente musicalizada por un bisoño Thomas Newman, el reparto es importante, pero no hacen juego, en la mayoría de los casos, los unos con los otros. Así, Winona Ryder habría hecho una mejor pareja de Burgess Meredith, por ejemplo, y no de Gabriel Byrne, que tampoco encaja como docente lánguido, y bien se hubiera podido pensar en alguien distinto de Christian Bale, tan serio y antipático según no pocos testimonios, para el chisposo papel del juguetón Laurie. Claire Danes no encaja como Beth de igual modo que no ha encajado en corsé alguno desde finales del siglo XVIII.
Un siete.