El sastre de Panamá

Creo que la vi hace muchos años y aunque la critica no le da ni siquiera un 6, me esperaba una mejor película. con tan buen reparto y con un argumento en principio tan interesante.
Pero la puntuación es justa, por algún motivo la trama no acaba de funcionar, quizás la novela fuera mas creíble o mas completa, pero le falta un mejor guion para ser una gran película.

Geoffrey Rush me parece un gran actor y lo hace muy bien en esta cinta con su papel de sastre con sentimientos nobles.
Pierce Brosnan hace uno de los mejores papeles de su carrera, un espía británico sin escrúpulos, un playboy hortera y poco inteligente, un pillo.
Dos grandes interpretaciones que no levantan esta producción de primeros del milenio y que falla en mi opinión por el personaje interpretado por Brendan Gleeson, quizás porque le falte desarrollo, no lo se exactamente.
El resto del reparto esta bien elegido, tiene secundarios de calidad.

Podría haber sido una trama mas retorcida y con un final mas típico de este tipo de películas de intriga, pero no. Se parece un poco a Habana y la verdad es que medios no le faltaron al director. Le pongo un 6, siendo generoso.

Parodia de las películas de espías con mucha retranca británica y muy agradable. Que nadie espere una sesuda trama posguerra fría, esto no tiene nada que ver. Los personajes están muy bien escogidos: Pierce Brosnam, muy cínico y promiscuo, patriota de su propio dinero. Geoffrey Rush, bonachón, excelente padre y esposo pero muy mentiroso y Jamie Lee Curtis, mujer de principios y absolutamente fiel a su esposo, resistiéndose a Brosnam ¡casi nada!

Un agente del MI6 británico (Brosnam) es enviado a Panamá como castigo por sus pecados para investigar que piensan hacer con el canal. Allí se relacionará con un sastre (Rush) muy bien relacionado con las familias que lo controlan todo en ese país y su mujer (Curtis), ayudante del presidente. El sastre tiene un problema muy grande con el dinero y le venderá al espía una trama sin pies ni cabeza, jugándose su matrimonio.

El argumento es divertido y los actores son muy creíbles, además tiene un final coherente con el resto del film.

Película objetivamente mala tirando a muy mala, y eso a pesar de los honrados intentos de Geoffrey Rush por levantar la cosa con su interpretación, pero es que es imposible, veamos: el argumento es absurdo y está mal forjado, la intriga no existe, las interpretaciones son flojas (claro que vaya papelones), los momentos dramáticos resultan ñoños, los chistes no son graciosos, la edición es mala, la producción deficiente. Lo mejor: el trabajo de algunos secundarios, especialmente los ingleses, aunque esto no justifica verla.

Pierce Brosnan siempre será un poco James Bond, y siempre será un papel recurrente para él (sobre todo si, en esta misma película, su personaje es ubicado como agente del MI6 en Londres). Pero es un actor con talento, sobre todo en papeles de canalla oscuro y divertido. Y aquí hace gala de ello.
Por culpa de una aventura con la mujer de un embajador, a Andy Osnard, un seductor espía británico, lo destinan a Panamá. Una vez allí, se pone en contacto con un sastre de oscuro pasado, muy bien relacionado con los altos cargos de la política y de la mafia y cuya esposa trabaja para el presidente de Panamá. Y la misión de Osnard consiste precisamente en averiguar cuáles son las intenciones del presidente panameño con respecto al canal.
Desconozco si la novela de Le Carré era seria o no, pero lo único que sé es que ésta película es de las sorprendentes y divertidas que he visto de espionaje y mentiras. Nunca me creería que un thriller que se volviera una comedia me divertiría y atraería mi atención desde el principio hasta el final. Pues esta película lo ha logrado. Quizás no tiene un recuerdo más considerable porque la gente se esperaba credibilidad o seriedad, pero para mí siendo divertido gana tranquilamente el favor del personal. Pierce Brosnan lidera la película como sólo él sabe y los secundarios son geniales.

Veredicto: Divertidísima y esperpéntica película que nos demuestra que el espionaje mundial y la manipulación pueden ser cosas de risa.
Nota: 8/10.

“El sastre de Panamá” fue incomprendida de forma atroz por esperarse un thriller serio y adulto y obtener a cambio una sátira tristemente paralela a la historia de espionaje más sórdida, pero gobernada por el humor. Obviamente o ha sido mal vendida o erróneamente juzgada. No pretende ser la película de espías definitiva, sólo un entretenimiento mordaz y con un buen nivel de comicidad. Si a eso le añadimos una cinematografía genial y un ambiente realmente acertado en escena, dejamos que las interpretaciones brillantes de Brosnan y Rush nos guíen por la historia y aceptamos las bromas y situaciones histrónicas como lo que son, nos encontramos ante una gran parodia bien hecha y mejor mostrada del espionaje y agentes e individuos de almas sucias y depreciables con mucho que ocultar.