Impacto profundo

La película de catástrofes común se empeña más en mostrar asombrosas escenas de destrucción y no le presta mucha atención al desarrollo de los personajes que quedan planos y estereotipados la mayoría de las veces.
En Deep Impact vemos que las secuencias de acción se reducen para mostrar un drama (al principio lento) donde los personajes juegan un papel importante en la historia aunque el desarrollo personal de cada uno podía haber sido mejor, las escenas de Elijah Wood no convencen por que son bastante forzadas y predecibles, como si las hubieran metido únicamente para rellenar metraje. Los astronautas tampoco están bien aprovechados a pesar de ser los personajes más importantes después de la inexpresiva Téa Leoni y el siempre correcto Morgan Freeman.
Lo bueno es que las escenas de destrucción no defraudan, la ola gigante y la espectacular forma en la que arrasa Nueva York es lo mejor de la película.

Nunca he entendido el motivo por el que esta película me ha gustado tanto desde siempre. Es un film que lo vi hace años sin ninguna esperanza de que me gustara; pero descubrí que acabé llorando. Y tantas veces como lo he visto siempre he llorado.
La película es una mas de tantas otras en las que se propone la destrucción de la Tierra por el choque de un asteroide. Una historia muy trillada y con una visión muy americana que no debería sorprender, ya que existen muchas similitudes con otras del mismo estilo. Pero en esta ocasión hay algo en su historia que me emociona y que hace que la disfrute desde el principio hasta el final.
Analizando tranquilamente cual puede ser el motivo por el que esta película me cautiva, lo primero que pienso es que el 95% de la película es la visión de la población frente a la posibilidad de que el mundo se destruya. Una adaptación a una desastrosa realidad que llegará en un futuro cercano; y que por desgracia no se puede evitar. Así que no se trata en realidad de la típica película de catástrofes, ya que se trata de un drama donde los gobiernos intentan seleccionar aleatoriamente personas para que perdure la raza humana. Esta selección hace que los elegidos sean unos privilegiados, pero también testigos de que el resto de personas que les rodean fallecerán el día del impacto.
Por otro lado, debo reconocer que interpretativamente la película está muy bien. Un elenco muy brillante de actores nos regalan unos trabajos en los que no existe ningún protagonista. Así que uno puede disfrutar de trabajos de intérpretes como Robert Duvall, Téa Leoni, Elijah Wood, Vanessa Redgrave, Maximiliam Schell, Morgan Freeman, Leelee Sobieski o James Cromwell. Actores consagrados y otros que se ha ido consagrando con los años; hacen que uno también disfrute con este aspecto.
Hablar de una película de catástrofes es hablar de efectos especiales. Y aunque en este caso solo se utilizan en algunas escenas; hay que reconocer que son buenos y siguen funcionando muy bien varias décadas después, haciendo que no resulten demasiado falsos.
Pero no quiero dejar de hacer mención a su dramática y conmovedora banda sonora. Sus melodías están repletas de unas notas que en conjunto son de una gran belleza.
En fin, "Deep impact" es una película dirigida magistralmente por Mimi Leder. Es un film que habla sobre la destrucción del planeta pero no visto sobre las desgracias y las catástrofes que vive la gente en el momento de dicha destrucción o posteriormente con los supervivientes. En este caso se habla y se describe los meses antes al impacto. Unos meses en los que no hay esperanza y la gente debe asumir su irremediable y catastrófico futuro que cuenta con muy pocas esperanzas.

Es una peli bastante estupenda porque va progresando poco a poco y concluye con un gran ‘estallido’ emocional metafóricamente hablando.
Es una historia bastante razonable, y amena.
Los efectos digitales son muy plausibles, y la peli te hace percibir toda una cadena de emociones, por lo tanto, es muy aconsejable.

Siempre me he dicho a mí mismo que no hay tema que de más juego para un cineasta que un cataclismo de enormes dimensiones capaz de acabar con la vida en la tierra. Esta temática ofrece un catálogo casi inabarcable de puntos de vista, enfoques, y al mismo tiempo tiempo permite jugar con la cámara y con los efectos digitales para sobrecoger al espectador y pese a todo, al final, todos los directores que lo tratan terminan ofreciendo la misma película, la de los héroes anónimos capaces de dar su vida por el bien de la humanidad. Es un concepto que además de pobre en sí mismo ya resulta revenido... que le quita credibilidad al relato (algo que ha que tratar de evitar en películas apocalípticas) y que en definitiva ofrece un punto de vista demasiado 'bonito' o al menos edulcorado, de lo que debiera ser un desastre tal. Esa llamada al bien de la humanidad, sin suicidios, saqueos colectivos, donde todos son capaces de hacer de tripas corazón y tragarse el miedo, me resulta simplista, superficial, hollywoodiense.
Le quedan los efectos especiales... pues tampoco, en algunos casos son bastante artificiales, y otras películas como el 2012 de Roland Emerich (otra más del género tratada de la misma manera) consigue apabullar mucho más con sus olas gigantescas engulléndolo todo y ni su explosiones interestelares afectan demasiado al nivel de adrenalina. Una película fútil y prescindible.

Pero mira que la gente espera cosas profundas cuando acude al cine...Tan difícil no puede ser pagar los x euros que vale ir al cine y sentarse simplemente a ver la pantalla gigantesca, y la gran ola y todo lo demás que ofrece esta película entretenida sobre un meteorito de un tamaño "provinciano" que amenaza una vez más particularmente a EEUU, como suele pasar.

Los protagonistas no pasarán a la historia del celuloide por esta película, y el argumento no es kafkiano, ni el guión lo escribió Descartes, pero tampoco es necesario. El cine noruego de autor seguro que es más profundo, pero también más raro, y más difícil de ver con un paquete grande de palomitas y una megacocacola, que es lo que pega para ver Deep Impact.

Un saludo.