Juego de poder

Bodrio y americanada son las dos palabras que mejor definen a esta película. Tratan de ensalzar mucho a un congresista que financió y armó a Afganistán para evitar que fueran invadidos por los malvados comunistas soviéticos. Lo que no cuenta está película es que con esas millonadas que sirvieron para armar a un pueblo, también sirvió para formar y moldear al más malo de los malos: Osama Bin Laden.

Julia Roberts no la acabo de ver en el papel de ricachona texana que quiere acabar con el comunismo.

Lo mejor de la película es la breve aparición de la bella Emily Blunt, Philip Seymour Hoffman para mi gusto hace un papel demasiado forzado, quiere poner el punto estrafalario y grotesco, pero al final resulta cansino.

Pues tengo que decir que me ha gustado mucho esta película. He visto mas o menos la mitad de las críticas de otros usuarios y creo que ya se por donde van los tiros. Y me parece que presentar a los Soviéticos como otra cosa que no sean demonios mataniños estaría bastante fuera de lugar en una película protagonizada por una señora tejana con mucha pasta de extremo centro, un congresista que medra como Zaplana pero en Washington y un agente de la CIA con poca paciencia para la gente que intenta matarle a él, y a sus compañeros de trabajo.

Una crítica explícita de la política exterior estadounidense con esos mimbres sí que sería por completo increíble. Así lo que queda es esta película que hace la crítica de una manera mas discreta, con humor y mala hostia. Así no es el país el que combate al comunismo; se trata de unos listillos haciendo el pollo con maletines en los pasillos del congreso, a base de chanchullos, de componendas, y de lamerle el ojete al Zia de turno. Personas que ni han sido elegidas ni se sabe nada de ellas mas allá de que están forradas, intervienen en política exterior a golpe de coño y de talonario. Se manejan cantidades absurdas de dinero sin rendir cuentas a nadie, y lo mejor es que todas estas cosas se dan por hechas. Esta película deja una imagen bastante pobre de la democracia, y los personajes, con todo lo que están haciendo, son queribles.

El tema que no me gusta de esta película: Tom Hanks es un listillo que se quiere pulir el tabique antes de los 50 y no desea muchas mas responsabilidades en la vida; Julia Roberts es una zorra ambiciosa que mete la zarpa en política y hace y deshace desde un mundo de vestidos de coctel y fiestas benéficas. Phillip Seymour Hoffman es un agente de la CIA fanáticamente anticomunista. Todos tienen un punto guapo de sentido del humor, y le dan un matiz de ironía y de mala hostia a la película. Lo que no me pega entonces es tanta preocupación por los refugiados, ese intento de "buenizar" a los personajes con una excusa humanitaria bastante pobre. Es una manía de las pelis americanas, los protas siempre tienen que tener "buenas intenciones". Eso es lo que no me ha gustado de esta pleícula, por lo demás genial, especialmente en el punto que todo el mundo parece considerar mas flojo, la crítica a las instituciones.

Bueno, no es Octubre 1917; pero es que en aquellos tiempos el espectador no estaba para sutilezas.

Película pasable, pero poco más. Cuenta cómo unas personas, sobre todo el congresista de Texas, Charlie Wilson, hacen que la gran potencia americana apruebe a principios de la década de los ochenta (s. XX) cientos de millones de dólares para armar secretamente a los muyahidines de Afganistán con vista a que éstos ataquen al invasor ejército ruso en ese país asiático.

La película está bien en el sentido de que da a conocer la política de sombras y alcantarillas de EE.UU. en el mundo; pero no emosiona ni cautiva como film, por lo menos a mí. Mucho mejor es sin lugar a dudas el libro en el que se basa, el de George Crile, "La Guerra de Charlie Wilson", uno de los libros más vendido en EE.UU., cuando se publicó en 2003 y cuya lectura es verdaderamente apasionante.