Entre dos mundos

Thriller psicológico con toques sobrenaturales que se hace algo plomizo y cansino. Estamos en Islandia, y dos historias discurren en paralelo; en ambas la desaparición temprana de un hijo marca a sus padres, pero una presencia sin identificar las unirá en una malsana convergencia final.

La película está bien rodada y cuenta con unos escenarios naturales que sobresalen. El plantel actoral cumble bien y el relato tiene mimbres suficientes para crear un crescendo que culmine en un climax que, sin tener que ser apoteósico, podría ser al menos satisfactorio. Pero ocurre que la trama funciona a rastras y tardamos demasiado en ver las conexiones entre las dos historias. Me ha costado no echarme una cabezadita durante el tramo más tedioso del film. Cuando por fin entiendes lo que te están contando en toda su extensión, sientes una pequeña decepción. Notas que sobran minutos y le falta agilidad y dinamismo, porque el relato es suficientemente poderoso para haber dado lugar a un producto mucho más aprovechado.

Narra una historia profundamente triste, con un trasfondo de soledad muy acusado, marcado por diferentes factores como la marginación social, el trauma de la pérdida y la desesperación por encontrar respuestas. Creo incluso que se podría haber prescindido del factor sobrenatural, en especial la brevísima aparición de ese "clarividente", que al final ni pincha ni corta. Si lo hubieran dejado en un thriller psicológico, despojándolo del elemento de terror, se hubiera redondeado más el producto. Pero bueno.