Prueba de vida

-Una medianamente buena cinta de intriga al servicio de Crowe que hace un buen papel en esta película en la que las sorpresas casi no caben. Tal vez mantenga algo de tensión en la escena final pero si no contara con la presencia de los dos protagonistas no pasaría de ser un telefilme del montón.
Demasiadas idas y vueltas y un guión bastante embarullado llegando a ser inverosímil, los que busquen una propuesta de intriga y de acción que se busquen otra cosa. No obstante, se deja ver y resulta bastante entretenida. Ideal para pasar la tarde sin pensar demasiado.

Me gustó la parte de acción no me gustó la parte intimista.

La verdad es que el tema de los secuestros bien vale una película, aunque esta dió un aprobadillo raspado.

El principio fue un buen abreboca y después lo interesante fue todo el operativo para tratar el secuestro y rescate de Peter Bowman, también fue interesante la ocultación de Peter por parte de los secuestradores. Un final un tanto confuso en las negociaciones.

La parte mas intimista flojeó mucho: Meg Ryan no supo construir un personaje creible pero me entretuve viendo lo guapa que estaba; David Morse se decidió por darle a su personaje un punto egoista, algo histérico y cabezón, creible por momentos tan solo; los diálogos de esta parte intimista bastante mediocres por no decir malos.

En fin, al menos esta película entretiene.

Después de sorprender a propios y extraños con su impresionante actuación en "Gladiator", Russell Crowe se embarcó en un nuevo proyecto con "Prueba de vida". Como era de esperar, la maquinaria de Hollywood se puso en marcha y surgieron rumores acerca de que durante el rodaje pudiera haber incluso un trance amoroso entre el australiano y la co-protagonista del relato, una Meg Ryan que se presentaba nuevamente a una iniciativa que la hiciera salir de su casilla en la comedia romántica, donde se mueve como pez en el agua pero donde a veces se limita.

Taylor Hackford trae un thriller costumbrista que no arriesga en sus premisas, rodado con sobriedad eficaz pero que impide cualquier posible sentido del riesgo. El tipo duro y silencioso (Crowe) va encariñándose con la devota esposa que quiere rescatar a su marido en un país inventado, la cual nos cae bien, porque aunque es muy leal, el secuestro ha pasado precisamente en unos momentos de tensión en su matrimonio.

Muy atacada por la crítica, el film es un correcto ejercicio de género sin más pretensiones, aunque, como con mucho tino advierten otras revisiones del mismo, había generado excesivas expectativas por el recuerdo de la anterior obra del principal actor que participaba en ella y se encomendaba en exceso a la química en pantalla de las dos estrellas.

Una prueba palpable de que no es oro todo lo que reluce.

Drama, Thriller, algo de acción. No suelen ser ámbitos donde de suela ver a Meg Ryan. Y no sale del todo mal parada, en una cinta algo previsible pero que se deja ver.

Prueba de vida es un thriller elegante, sin duda. No podría ser de otra manera, siendo Taylor Hackford su realizador. Hay algo del mejor Michael Mann en las escenas de acción que filma Hackford para esta cinta, especialmente en el tercio final en la selva. Además, tuvo el buen ojo de encomendar el personaje masculino protagonista a Russell Crowe, uno de los mejores y más carismáticos actores de los últimos 20 años. Meg Ryan no resulta muy creíble en su drama de esposa cuyo marido ha sido secuestrado, la verdad. Lo suyo siempre han sido las comedias románticas.
El problema es que la historia no resulta demasiado interesante ni provoca la necesaria tensión para que el espectador tema realmente por la vida del personaje de David Morse. Igualmente, el romance entre los dos protagonistas requería de mayor intensidad.
Para pasar el rato y disfrutar con el buen hacer de Taylor Hackford.

Lo mejor: Russell Crowe, que rezuma carisma y presencia por cada poro
Lo peor: No produce ninguna tensión