Pollyanna

Un fondo extraordinario es el que contiene esta película, que a pesar de los años transcurridos desde su estreno en 1960, mantiene una frescura, un mensaje y una forma de hacer cine que hoy día a desaparecido.
Un reparto excelente en una producción Disney que se puede conservar como una joya por todos los méritos que contiene, tanto a nivel cinematográfico como de fondo humano.
Recomiendo la versión original en inglés, pues la versión española actual (re-doblaje) no está a la altura necesaria de los personajes. Aunque los actores dobladores son de reconocido prestigio cuando se dobló por segunda vez, no se acoplan bien sus voces a la de los intérpretes de la película.
Recomendable con un ejercicio de nostalgia del buen cine.


José Antonio ZG

Antes de “Tú a Boston y yo a California” (https://www.filmaffinity.com/es/user/rating/559502/104626.html), David Swift dirigió esta simpática comedia, sobre una alegre niña que revoluciona a todo un pueblo precisamente por ese contento desbordante que tan bien supo interpretar Hayley Mills siendo prácticamente una niña con catorce añitos y una gracia natural para captar la cámara y que la cosa saliera bien, siempre con sus sorprendentes ojos azulísimos y una nariz graciosa. Fue una producción Walt Disney, la primera marca de las seis películas con la británica Mills para la productora.

El guión del propio Swift fue adaptación de la novela homónima de Eleanor H. Porter de 1913, un libreto que cuenta de forma simpática la llegada de la huérfana Pollyanna que va a vivir con su estricta, estirada y muy rica tía, en la pequeña ciudad de Harrington. El guión conduce el film por derroteros diversos y divertidos y cuenta con un elenco de calidad en cual, además de Hayley Mills, figuran actores y actrices como Jane Wyman como la severa tía Polly, Kevin Corcoran en el papel del huérfano Bean, Richard Egan, exnovio de la tía Polly, Karl Malden –nada menos- como el reverendo Ford o Agnes Moorehead como la hipocondríaca Sra. Snow. Todos muy bien.

Creo decididamente que las películas tienen que ver con el estado de ánimo con que las vimos y muy principalmente, con la edad con que las disfrutamos. Yo la vi siendo muy niño, un niño feliz que iba contento al cine, lo cual que hablar de Pollyanna me hace sentir más joven y me devuelve a aquellos tiempos radiantes de la niñez, en mi caso una niñez en el campo y viviendo en un mundo y una sociedad que se me antoja más humana que la actual. A todo ello se une que la cinta es bien simpática y entrañable, aunque algunos la tilden de cursi. Pues muy bien, hay cursiladas muy agradables.

Otra de esas agradables adaptaciones cinematográficas que Disney hizo de libros de éxito, y que sin duda le supusieron una pingue provisión de beneficios.
Pollyanna es una adecuada película, basada en una novela de Eleanor H. Porter, que no descuida prácticamente nada del buen cine íntimo comercial (si cabe lo que es casi una contradicción, pero que aquí funciona medianamente bien)

Con adecuados colorines años 60, una sobria Jane Wyman, y la "pizpireta y feílla Hayley Mills, fetiche Disney, antes de que Kurt Russell Y Jodie Foster tomaran el relevo, David Swiift, ( director y guionista permanentemente aparcado en la comedieta meloso-infantil) presenta, una simpática anécdota de niña optimista y dulce (pero no canora, gracias al guión) que llegaría en su vital optimismo a dar nombre a un síndrome mental. Y de paso ofrece con bonita fotografía y adecuados, aunque algo sosos diálogos, un retrato suavemente ácido de la sociedad bienpensante americana de principios del siglo XX, a través de buenos secundarios (Adolphe Menjou Y Agnes moorehead, entre otros)

Simpática propuesta, que ha demostrado no demasiada resilencia al paso del tiempo, pero que aún se ve con agrado, para una tarde de domingo. A mí me vale....

Recordando tiempos pasados mejores que yo no viví por tiempo y lugar. Me encanta ver estas ambientaciones de otros tiempos y/o lugares.