El pequeño gran héroe

Llama la atención la baja puntuación que tiene esta película que si bien su desarrollo es superficial el planteamiento es muy original y con mucha miga que rascar y por otro lado resulta divertida y entretenida. No tiene nada que envidiar a otras parecidas y más famosas como Solo en casa. Mis hijos fliparon con la situación y les gustó mucho.

"North" tiene una mejor escena: cuando empieza; escuchamos la música compuesta por Marc Shaiman y vemos los juguetes tan exóticos sobre la mesa. Sí definitivamente es la mejor escena de la película...

Ésta, definitivamente, puede ser considerada como una de las peores película de Rob Reiner, quien, esta vez, trae un producto artificial, robótico, chillón, manipulador y repleto de una estupidez constante. Nuestro protagonista es un niño de 11 años, a quien sus padres no le prestan atención, por lo que, el muchacho, decide separarse de ellos. Ya empiezan los problemas, la única escena donde nos muestran el supuesto desdén es en una cena familiar plagada de diálogos fastidiosos. No hay una evidencia flagrante, ni en la vida real ni en la lógica de esta película, de que haya una desatención de los padres hacia North. La cuestión es que North gana la disputa y ahora se halla en búsqueda de nuevos padres, así que nos arrastrará con él para vivimos desopilantes aventuras juntos.

Ahí empieza el despegue forzoso que debemos aguantar para continuar con esta película. Vemos desde esquimales en Alaska o vaqueros en Texas hasta una familia estereotípica de los cincuentas. He aquí el comienzo de una travesía manipuladora y llena de sensibilidad idiota. Para empezar, para qué nos van a mostrar a todos esos padres que adoran a North si ni siquiera van a importar, se reducen a personajes caricaturescos, descartables, sólo utilizados para hace un chiste y ya; no hay verdad en ellos, no hay gracia en ellos y, tampoco, funcionan como parodia. Se almacenan las idiosincrasias y las tradiciones en pos de crear algo de observable ridiculez.

Por otro lado, tenemos a los más salvable de la cinta: Bruce Willis; un tipo que aparecerá en distintos momentos para "ayudar" a North. Lo más rescatable a su favor es que tiene, aunque sea, un ápice de simpatía y algo de burlesco.

Asimismo, contamos con el villano más forzado, molesto y insignificante en la historia de las películas infantiles, hasta Minus en "Sharkboy y Lavagirl" era mejor. Se trata de un niño caprichoso, exageradamente tonto y con las intenciones más estúpidamente exacerbadas que hay, parece sacado de la imaginación de un niño, donde debería quedarse. Su compañero el abogado no es más que un adulto haciendo tonterías de niño, literalmente se reduce a eso. Hasta los diálogos que tienen son terribles.

Incluso, North, que es interpretado por el gran Elijah Wood, es un personaje irritante; se supone que es un chico inteligente, buen deportista y un ejemplo para todos, cuando, en realidad, es un párvulo voluble, antojadizo y una pizca de egocéntrico. Todo gira alrededor de él, todos lo quieren, lo respetan y demás.
Los padres del protagonista son muy paupérrimamente desarrollados, apenas tienen un par de chistes y no mucho más.

En definitiva: Las ambiciones de este filme se desinflan como un globo. Se trata de una obra fallida, tonta, manipuladora, que apela a la sensibilidad porque no le queda otro recurso más que usar. El resultado final es raquítico y incesantemente intempestivo.

Calificación: 3.2/10

Vaya fracaso de público y crítica fue en su momento esta película producida por su director, Rob Reiner, y su guionista, Alan Zwibel, quien adaptaría su propia novela y también participaría junto a Reiner en la producción de la misma. Parece que fue el hazmerreír del muy aclamando crítico cinematográfico ya fallecido, Roger Ebert, quién la ridiculizó muy duramente y la nombró la peor película del año con diferencia.

La película triunfó en el 94 en los premios Razzie y fue un auténtico fracaso en taquilla y, sinceramente, es una americanada, los años no la han tratado bien, puede ser azucarada, ñoña, pesada, pero tampoco es tan infumable como pueda parecer. Rob Reiner nos trajo una película infantil con una moraleja final que pretende destacar el valor de la familia y el apreciar lo que se tiene, apreciar a nuestros padres, en definitiva, valores positivos que es lo que este tipo de cine pretende ofrecer. Sinceramente, creo que es una buena opción para ver con los más pequeños de la casa.

Elijah Wood es, sin duda, lo mejor de ella, aquí empezando ya a tener cierta experiencia frente a la cámara, comiéndosela con sus enormes ojos azules y dejando constancia, una vez más, del buen actor infantil que fue.

Junto a él, un Bruce Willis que no quería hacer la película y que fue convencido por la que fuera en aquel momento su mujer, la actriz Demi Moore. El actor repetiría con el director Reiner años más tarde en "Historia de lo nuestro".

Junto a Wood y Willis tenemos apariciones de una pequeñita Scarlett Johansson, una divertida Kathy Bates, un insoportable Dan Aykroyd y un divertido Alan Arkin. Los padres de Elijah Wood aquí están interpretados por los correctos Jason Alexander y Julia Louis Dreyfuss.
Un saludo,
Tess