La mejor juventud (Miniserie de TV)

Retrato sentimental de una familia italiana. Son dos partes, en la primera solo se plantea la trama, mientras que la segunda es un estallido de emociones y la magia de la historia se nos muestra en todo su desarrollo. Es decir, que merece ver las dos partes por ver la segunda. Si ves la primera y dices "pues qué rollo", y te pierdes la segunda, es un grave error.

Luigi lo Cascio (Nicola) es un encanto que te lo llevarías a casa. Alessio Boni (Matteo) es un bellezón carismático que enamora completamente, con ese tormento y ese misterio que caracterizan al personaje. Los demás son un poco comparsa, exceptuando al niño de la isla, que es magnético también.

En el capítulo de caracterización de actores, habría que cortar mucha tela: las pelucas se notan a cien leguas y los actores no envejecen a pesar del paso del tiempo. O mejor dicho, unos sí y otros no.

Por lo demás, ya digo, es una película mágica que hay que ver. Sobre todo porque cuenta de un modo diferente una historia que podría sonar a repetida. Sin embargo, todo lo que se nos cuenta cobra vida, de una manera inédita. Os remito a la escena de la lectura de la carta en el jardín del psiquiátrico infantil. Es un ejercicio de estilo narrativo de lo mejor que he visto.

Película italiana pensada, en un principio, para la tele. Visto el éxito y la calidad se pasó en los cines, aunque a España llegó con años de retraso y la dieron en La 2, dividida en dos partes, y en semanas diferentes, debido a su larga duración (6 horas); yo todavía no sé que pasa con las películas italianas y con su difusión en España.
“La mejor juventud” narra las peripecias de dos hermanos, uno médico, el otro policía, con el aparente don de la ubicuidad; pues, de un modo u otro, están presentes en la mayoría de los sucesos más importantes en la historia reciente de Italia, activa o pasivamente; desde las inundaciones de Florencia en los 60 hasta el asesinato del juez Falcone en los 90. Esos acontecimientos no pasan en balde, pues van condicionando sus vidas, manchándolas, hundiéndolas y arrastrando con ellas al entregado espectador que se ha enganchado a ese encantador costumbrismo italiano, a sus amigos, a sus novias, a sus comidas familiares o a sus revolucionarias juventudes universitarias (eje argumental del film).
Pero la mejor juventud pasa y llega la peor madurez a mitad de metraje, y esta especie de “Cuéntame” trasalpino se encuentra emponzoñado ante un oscuro horizonte, paralelo al de un estado en el que se han implantado el terrorismo y la corrupción.
Es en este momento trascendental del destino en que los personajes, desde su tranquila experiencia vital ya curtida, toman las decisiones acertadas (y la suerte les echa un cable) de reencontrarse, perdonar y disfrutar de la calidad de vida en un país que presume de tenerla a puñados. Pasan así, a dejarse llevar por los cantos de sirena, de la mano de un espectador hipnotizado por la belleza de unas imágenes que hablan de la esperanza de una nueva generación, que llegará con el nuevo siglo, y en la que depositarán el futuro de la maltrecha bota mediterránea, corrupta, soleada y hermosa; gobernada por una vergonzosa clase política.
Algunos la tachan de ser la Novecento de segunda mitad de siglo, y aunque ambas son magníficas, “La mejor juventud” tiene vida propia y no debe nada a la película de Bertolucci.
Una película grandiosa, especialmente sus dos horas finales.

M.T. Giordana no es un buen director, al igual, que R. Benigni, dos sobrevalorados directores italianos que dan al público lo que quiere ver e oír. Genios del marketing.

Comparar ‘Novecento’ con ‘La Meglio Gioventu’, como hacen algunos críticos, debe hacer remover Bertolucci en su tumba.
Aparentemente ‘La Meglio Gioventu’ puede parecer apasionante: paisajes pintorescos, actores guap@s, etc… Pero allí queda todo. Los personajes son planos, los hechos históricos son relatados superficialmente, y en 8h de metraje todo es alegría y cuando hay tristeza también hay alegría.
En definitiva, es muy telenovelesca y está bien lejos de la profundidad de personajes o hechos que relata ‘Novecento’ así mismo las actuaciones o la dirección son incomparables.

Es una serie reconfortante y optimista para pasar un buen rato, y ya.

La mejor juventud de Marco Tullio Giodana, es un drama romántico sobre las vivencias de 2 hermanos italianos durante varias décadas. Dirigida con un ritmo reposado y gradual, es íntima y subjetiva, además de extraordinaria y maravillosa por estar realizada de modo excelente y pasional, penetrando en el espectador con sinceridad y sensibilidad, y obteniendo un resultado eclipsante y sentimental.
La fotografía, es lumínica y evocadora a las distintas décadas narradas, sacando muchas imágenes espléndidas y confortantes que cautivan al público, las cuales, están llenas de matices que son idóneos y maravillosos para el desarrollo del film. La música, es alusiva en su hábil acompañamiento de la acción, sacando canciones que triunfaron en el momento, y empleando en ocasiones sonidos conmovedores que marcan notablemente la obra.
Las actuaciones, son naturales y auténticas en un admirable trabajo. Con Luigi Lo Cascio carismático y emotivo, Alessio Boni remarcable en su labor con oscuridad psicológica y Jasmine Trinca susceptible y enternecedora. Siendo espléndidos los acompañamientos de Adriana Asti, Sonia Bergamasco, Maya Sansa y Fabrizio Gifuni entre muchos otros. Con vestuarios y caracterizaciones estéticamente sugerentes a cada época en cuestión, en una acertada dirección artística. Y destacando un soberbio trabajo de montaje lineal, acompasado e ideológico muy personal, narrativo y clásico.
El guion, es cercano y absorbente por su naturalidad, además de realista y apasionante por los distintos caminos que llevan cada hermano, y argumentado de manera desilusionada y melancólica, siendo en definitiva un grandioso y excelente trabajo. Con una narrativa académica y equilibrada, que es impecable y correcta. Y unos movimientos de cámara y planos lentos y sobrios, con alguna escena de acción cámara en mano, y con buen uso del travelling, avanti y primeros planos.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e indispensable en el género dramático, por ser sensible y atrayente al tener la genialidad de mezclar con la realidad italiana de varias décadas la vida de 2 hermanos italianos. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, vestuarios, caracterizaciones, decorados, música, montaje y narrativa que hacen de La mejor juventud, un drama romántico basado en la familia necesario, emotivo y sentimental, que gustará a todos los públicos por su nostalgia y sinceridad.

¿Sabéis esa sensación cuando termináis de ver una película y no queréis más que empaparos de ella? Pues eso es lo que me ha ocurrido con esta maravilla de Marco Tullio Giordana.

Tres personajes pivotan sobre una historia que marca el destino de cada uno de ellos durante el resto de sus vidas. Ha sido los 360 minutos más cortos que he visto en el cine. La película pasa ante tus ojos como un viaje entre la melancolía, alegría, esperanza, tristeza, soledad y las emociones más profundas que el ser humano pueda experimentar.

No puedo añadir mucho más de lo que en estas páginas de críticas ya se ha escrito.

Tan solo me gustaría compartir una pequeña cita de la película que me ha marcado mucho y que representa muy bien lo que significa esta obra:

- Escucha, ¿sabes que aún conservo una postal que me enviaste desde Cabo Norte en el 66, creo que estaba escrita en noruego. Y debajo de la traducción decía 'todo lo que existe es bello' con tres signos de exclamación.
¿Aún crees en eso?

+ No, ya no creo en los signos de exclamación.